- Abren sus establecimientos ante cualquier auditoría.
- Piden se investigue en la Secretaría del Bienestar y en los coordinadores del programa.
Las propietarias de estancias infantiles abren sus establecimientos para que se les realice una auditoría y comprueben que no se ha cometido ningún caso de corrupción, tal como lo señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En rueda de prensa, la vocera nacional de estancias infantiles de Durango, Andrea Vargas, cuestionó los señalamientos sobre casos de corrupción en estos centros y pide se hagan investigaciones al interior de la Secretaría del Bienestar y los coordinadores de programa.
Cecilia Pacheco Sánchez, propietaria de una estancia infantil, pide al gobierno federal que no se les etiquete como fraudulentas, que se haga una revisión federal, si hay mal uso de recursos que se haga una depuración, pero que no se generalice.
Cuestionaron que se les acuse de corrupción cuando por año se les realizan entre 12 y 24 supervisiones y las observaciones que se realizan son leves, y es por falta de extinguidores o pequeñas mejoras en las instalaciones.
De acuerdo a lo que informaron, trabajan en números rojos, pues los gastos mensuales ascienden a mil 432 pesos y entre las aportaciones de los padres de familia y dicho apoyo del gobierno federal logran juntar entre mil 200 y mil 300 pesos.
Vargas, reconoció la posibilidad de cerrar los 219 centros educativos, dejando en la zozobra a ocho mil 600 niños que son atendidos, además de la pérdida de dos mil empleos directos; por el momento únicamente cerraron 10 por incumplimiento a las reglas de operación del 2018.
Según el anteproyecto de reglas de operación, establece que los meses de enero y febrero no se dará el subsidio, sin embargo, a decir de la vocera de las estancias infantiles, se podría alargar hasta marzo, por lo que piden que se publiquen ante la incertidumbre que hay del programa.
Carolina Gordillo, dueña de una estancia infantil, lamentó las declaraciones de que sean los abuelos quienes cuiden a los niños, cuando esos centros brindan seguridad a los menores, están bien alimentados, se les da una educación formativa y de calidad, cuando en casa pueden solo estar viendo televisión o haciendo otras cosas que los ponga en riesgo.
Renato Santos/La Voz de Durango