Finalmente fue liberada y entregada a sus familiares la triple filicida Claudia Mijangos Arzac, al cumplirse ayer los 30 años de internamiento ordenados por el juez penal Arturo González de Cosío, por el asesinato de sus hijos Claudia María, de 11 años, Ana Belén de 9 y Alfredo, de 6.
La mujer, que está por cumplir 63 años, salió la tarde de este miércoles del Centro Femenil de Readaptación Social de Tepepan, en la Ciudad de México, a donde fue trasladada el 10 de septiembre de 1991, después de estar recluida en el penal de Querétaro.
Su hermana Jessica Mijangos y una sobrina la esperaron, haciéndose cargo de la atención médica dispuesta por los especialistas. Previamente el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Querétaro, Antonio Ortega Cerbón, advirtió que Claudia no sanó y requerirá estar en tratamiento de por vida.
De no haberse presentado familiares dispuestos a responsabilizarse de ella, seguiría en el área siquiátrica de Tepepan o en otra institución de salud.
Todo lo previsto tanto por las autoridades como por los medios de comunicación queretanos cambió con la aparición de la hermana y la sobrina. El Poder Judicial de Querétaro espera ser notificado de ello.
Extraoficialmente se dijo que podría ser trasladada a Mazatlán, su ciudad natal, donde fue reina de belleza a principios de la década de los 70.
Consultado por medios locales, el magistrado Ortega Cerbón declaró que Claudia Mijangos, conocida tras los homicidios como la “hiena de Querétaro”, puede recuperar sus propiedades, incluida la casa de Jardines de la Hacienda, donde ocurrió la tragedia, pero a través de un tutor.
Progresivo
Alrededor de seis meses por lo menos en vigilancia médica diarias tendría que estar Claudia Mijangos, luego de cumplir su condena de 30 años.
Así lo señaló el médico Omar Rangel Cupa, especialista en Siquiatría en Querétaro, quien dijo que la esquizofrenia es una enfermedad crónica que no tiene cura, afecta los pensamientos y la conducta, provocando alucinaciones auditivas (voces) e ideas falsas (que se perciben como verdaderas).
En su opinión, decir que está lista para integrarse a la sociedad es un tanto complicado, ya que comentó: “No hay nadie que asegure que se va a tomar todos los medicamentos y no va a volver a suceder un evento de este tipo.
Añadió que el tipo de manifestaciones que Mijangos tuvo son muy frecuentes en un primer episodio de sicosis, lo que deja claro que estaba pasando por algún tipo de padecimiento mental que a pesar de que haya sido algo totalmente voluntario, los actos que se hacen en un estado de sicosis es algo que no se puede controlar.