Ideario

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Por: Azu Macías

La carrera por la felicidad puede conducir al burn out… ¿Puede creerse esto? Éstas han sido mis reflexiones mientras observo el ir y venir de las personas (y el mío) en mi diario acontecer. ¿No suena lógico verdad? ¿Cómo buscar ser feliz puede provocar estrés? Bueno, aquí está precisamente lo interesante del tema. En esta sociedad actual las redes sociales han tomado especial importancia en nuestra vida, a través de ellas descargamos nuestras emociones, conocemos formas de pensar, acontecimientos políticos, científicos, sociales y vamos construyendo también nuevas formas de relacionarnos con nuestro entorno.

Por las mañanas nos despertamos, encendemos los datos del móvil y comenzamos a revisar nuestros perfiles, en ellos vemos a nuestros contactos de las diversas redes compartiendo fotografías de una comida en un restaurante bonito en donde parece que todos ríen y la pasan de lo mejor, unas vacaciones de ensueño en lugares paradisiacos donde imaginamos aventuras fantásticas, fiestas familiares con personas  que parecen realmente cordiales, runners con sus medallas y yoggies con sus tapetes haciendo toda suerte de posturas que se ven realmente espirituales.

Además, circulan por ahí blogs e incontables imágenes con frases que nos enseñan diariamente cómo ser más felices: “encuentra el trabajo del que no debas tener vacaciones”, “tenga cuidado con las frases que le dice a su hijo porque determinarán el resto de sus días”, “cuide su cuerpo porque mente sana en cuerpo sano”, “cuide el medio ambiente porque solo tenemos uno”, “sea parte de una organización sin fines de lucro porque el que no vive para servir no sirve para vivir”…

¡Qué cansado! Yo me pregunto, ¿a qué hora se tiene que despertar uno para hacer toda esa cantidad de cosas que lo van a hacer más feliz? ¿En qué momento la búsqueda de la felicidad se ha convertido en una verdadera ocupación y una carrera tan agotadora?

Quisiera pensar que no soy la única que se ha preguntado esto, deseo contarles que yo misma me convertí en una mujer que ha querido hacer meditación por la mañana, tener varios empleos, hacerme cargo del hogar, tener  un buen jardín, estudiar más, mantener unida a la familia, hacer dieta, ver a mis amistades, leer libros, ir al gimnasio por la noche y terminar en casa agotada al final del día, “¿quién te contó que podías trabajar, estudiar, ser ama de casa y dormir tus ocho horas?” dice una imagen de internet, ¡cuánta razón tiene! ¿quién nos contó?

Al final del día uno no está triste porque no hay tiempo, uno vive al máximo pero estresado, de manera que la búsqueda de eso que nos han vendido como la felicidad está detrás de una delgada línea que puede conducirnos al estrés y es que al final del día estuvimos cumpliendo “roles” y no “siendo”.

Según el antropólogo Luis Alberto Vargas, la salud integral consiste en mantener equilibrio entre 5 esferas: física, mental, psicológica, social y espiritual, pero lo más importante de ellas es disfrutarlas, no padecerlas.