Un privilegio ser ordenado por San Juan Pablo II: Francisco del Campo

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  • Fueron 81 sacerdotes en la ceremonia de aquella misa en los terrenos de la hoy Soriana Jardines, 14 de ellos de Durango.

Josélo Fuentes Delgado / La Voz de Durango

Su inquietud desde pequeño por ser sacerdote, se vio satisfecha hace 29 años, durante la visita de Su Santidad, San Juan Pablo II (+) a Durango, donde fuera de los cánones de la Santa Sede, el Papa ordenaría por primera vez fuera del Vaticano un grupo tan numeroso en medio de una fecha tan significativa que aún vive en las mentes de aquellos que asistieron a la mega misa.

Francisco del Campo Galindo, párroco de Catedral Basílica Menor de la Inmaculada Concepción vistiendo sotana de color blanco, con humildad se postraría a los pies del Santo Padre, al igual que los 81 jóvenes que harían votos de castidad, pobreza y de obediencia, no obstante, su alejamiento del mundo para cumplir con su cometido, aunque preparado para tal fin desde su infancia cuando despertó su vocación a Cristo.

Lleno de la gracia de Dios, así recuerda el encargado de la Catedral Basílica Menor aquella fecha, un 9 de mayo de 1990, cuando a pesar del calor de aquella gran plaza que reunió a miles de duranguenses, antes de construirse Soriana Jardines, una estructura de madera al extremo mientras se agitaban banderas amarillas con blanco para darle la bienvenida al Santo Papa.

“Mi vocación empezó de muy niño, a eso de los 11 años. Mi tío paterno, Alberto del Campo era sacerdote en el templo de San Juanita de los Lagos. Unos amigos de mi edad le pedían permiso para ser monaguillos y ayudarle durante las misas. Pero había situaciones que me daban curiosidad, sobre todo el apoyo moral que daba mi tío a la gente: enfermos, personas sumidas en la tristeza, cambiando su estado de ánimo con una palabra”, relata.

Afirmó que sentir las manos del Santo Padre en la cabeza fue una sensación inexplicable. “Fue todo un privilegio ser ordenado por él, fue todo un compromiso cumplir esa gracia; a la fecha, de los 14 ordenados algunos ya murieron y otros dejaron el ministerio”, rebela.

HAY RELIQUIAS DE SAN JUAN PABLO II

Sábanas de la cama donde durmió Su Santidad San Juan Pablo II se conservan como reliquias, además de algunos de sus cabellos, “son consideradas reliquias de segundo grado. A manera de broma durante una misa, mi tío comentó a los fieles asistentes que yo era también una reliquia por haber sido ordenado por el Santo Padre”, expresa sonriendo el padre Francisco del Campo.