El Señor es mi pastor; nada me falta. En campos de verdes pastos me hace descansar; me lleva a arroyos de aguas tranquilas. Me infunde nuevas fuerzas y me guía por el camino correcto, para hacer honor a su nombre. (Salmo 23)
Con estas bellas palabras el sacerdote Noé Soto dio inicio a lo que sería una boda de ensueño, para Zujey Luna Herrera y David Hernández Nieto, quienes se mostraban sumamente emocionados por este día tan esperado, el templo de San Agustín fue el lugar elegido para consumar el matrimonio por la Iglesia católica. En punto de las cinco de la tarde comenzaron a llegar los testigos de esta bella unión. En las primeras filas estaban los orgullosos padres de los contrayentes, por parte del novio los señores Ramón Hernández Vázquez y Lilia Nieto Samaniego, y por parte de la novia su hermano José Luna Herrera en representación de su padre, José Luna Hurtado de feliz memoria y María Elena Herrera Lizalde. Durante la homilía el sacerdote mencionó que; “El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová. (Provb. 18) motivo por el cual exhortó a David para que siempre cuide y proteja de la mujer que Dios le ha entregado, que se mantengan firmes y por sobre todas las cosas su amor sea fuerte e indisoluble. Una vez que finalizó el servicio religioso, los ahora esposos ofrecieron una espléndida y elegante recepción en la Hacienda La Ferrería, donde para dar inicio a la velada Zujey y David dieron su primer baile ahora como esposos, para después degustar de un delicioso banquete y bebidas selectas. El grupo Novel fue el encargado de poner el ambiente a la noche, en la cual todos los presentes vivieron una noche mágica. La pareja escogió la ciudad de Mazatlán para pasar unos idílicos días de luna de miel.
¡Felicidades Zujey y David!
Por Cinthia Sagardi / La Voz de Durango.