Las campañas políticas no permearon en el ánimo ciudadano

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Por Graciela Rosales Padilla

A escasos cinco días de la jornada electoral, los duranguenses deseamos con el alma, que quien llegue a la Presidencia Municipal, entienda con claridad el compromiso y que ejerza esa responsabilidad con la seriedad y entrega que amerita un municipio al que le han quedado a deber seguridad y servicios públicos, empleo, desarrollo económico y sobre todo, honestidad.

En un proceso electoral atípico por la serie de impugnaciones que metieron ruido y retrasaron el inicio de algunas campañas políticas, se vieron con claridad los pleitos internos de los partidos y las inconsistencias de la militancia que sin el menor escrúpulo se trasladó de un partido a otro atendiendo intereses personales y devaluando la política local.

Algunos Candidatos en su afán de alcanzar la Presidencia Municipal, admitieron insultos, ofensas, deslealtades y hasta la injuria, colocándose en el espejo social con menos valores que los que la sociedad espera de quien por tres años conducirá esta ciudad entrañable, querida y lastimada por múltiples carencias.

Por lo menos tres candidatos se pasaron la campaña colgándose de la figura del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, diciéndose auténticos representantes de la Cuarta Transformación, amigos íntimos de AMLO y compañeros fieles del tabasqueño, buscando la inercia electoral que se generó en las pasadas elecciones federales, pero que difícilmente se repetirá este 2 de junio.

Las campañas políticas, pese a los esfuerzos de los candidatos y de los propios partidos políticos, no permearon lo suficiente para motivar una nutrida asistencia a las urnas, se percibe desánimo y apatía. ¡Ojalá me equivoque!

Y es que entre los aspirantes hay rostros que han aparecido más de una ocasión en la boleta electoral y lo que en ocasiones pareciera una ventaja ante el hartazgo ciudadano, pudiera convertirse en desventaja.

Desde mi humilde punto de vista, José Ramón Enríquez Herrera, al parecer es puntero en la contienda; seguido de cerca por Jorge Salum del Palacio; el primero fundamenta su fuerza electoral en el trabajo realizado en el Ayuntamiento; el segundo, en el reflejo de los logros de la gubernatura que encabeza José Rosas Aispuro Torres, emanado de Acción Nacional.

Otniel García Navarro, con buenas propuestas y campaña bien estructurada, empezó muy tarde y no ha logrado pasar del tercer puesto; mientras que Arturo Yañez Cuéllar hizo un buen trabajo, pero le pesa la marca que lo postula, en tanto que Antonio Rodríguez Sosa y Verónica Fragoso han potenciado sus campañas, pero no les alcanza para echar las campanas al vuelo y mucho menos al Independiente Joaquín Gardeazabal.

Finalmente, reitero, es mi apreciación personal y la mejor opinión siempre será la del amable lector, a quien respetuosamente le recuerdo acudir este domingo 2 de junio a las urnas y emitir su voto libremente, atendiendo única y exclusivamente a su sentir.