– Los enemigos se pueden convertir en amigos, los amigos en parientes y los parientes en enemigos.
Aarón Quiñones/ La Voz de Durango
Más allá de lo atípico, raro, horrible y aburrido que resultó el proceso electoral 2019 para la renovación de las 39 alcaldías de Durango, dejó muy buenos aprendizajes. El primero, los enemigos se pueden convertir en amigos, los amigos en parientes y los parientes en enemigos. El segundo, no puedes confiar en nadie, absolutamente en nadie, ni en tu madre, en serio si no pregunten al que le encontraron las despensas en la casa de la “jefita”, qué feo ha de ser eso de que cualquier pelado “bruscote” de la Fiscalía General del Estado le ande cargando las petacas a la sacrosanta madre. Tercero, no importa cuán inteligente creas que eres, no importa cuánto dinero gastes, no importa quiénes sean tus “amistades”, nada de eso importa si de plano caes gordo, y es que el que es “payaso”, ¡cae gordo!
Show, teatro mediático, caprichos, despotismo, pleito ratero y egolatría
Quien gane las elecciones en Durango, tiene un reto del tamaño 250 millones de hectáreas de ralladores de queso como el que está en la Plaza Fundadores. El primero, devolverle la seriedad al municipio. Show, teatro mediático, caprichos, despotismo, pleito ratero y egolatría son actitudes que el ciudadano promedio aborrece. Bastante tiene con el jefe odioso que tiene en el trabajo que menosprecia su labor, la esposa o esposo exigente, los hijos inconformes y problemáticos, la falta de dinero que no alcanza para nada y la constante presión social por ser y tener más que el vecino aunque sea en apariencias hace al duranguense un ser agresivo, intolerante, exigente, pero apático y sobre todo, flojo porque al final del día lo que haga no importa, no hará una diferencia… ¡ah, bárbaro! le describí la psique, no contaba con mi astucia.
El estado está atado de manos sin un centavo para hacer una triste banqueta
El coordinador de programas para el bienestar, Santiago Gustavo Pedro Cortés dijo que ahora sí a partir de este 5 de junio se le va a meter el acelerador a la entrega de programas sociales “que es que”, porque el presidente Andrés Manuel, alias el “Las traigo locas”, López Obrador, es el más interesado en que los recursos lleguen al pueblo. Ojalá sea cierto porque la verdad ha sido un medio año terrible. El proceso electoral no reactivó la economía más que de unos cuantos, el estado está atado de manos sin un centavo para hacer una triste banqueta, las delegaciones federales en la entidad desaparecieron y con ellos un cúmulo de trabajadores fueron despedidos, que si bien sabían que no era un trabajo vitalicio y ya disfrutaron de las mieles de un trabajo federal, ahora engordarán las filas del desempleo así como del autoempleo, esperemos que hayan hecho su guardadito para que pongan su negocio propio porque lamentablemente nadie en esta entidad les puede pagar lo que cobraban en esas dependencias.