¿Qué son los trastornos alimenticios?

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MTF. Alfredo Arévalo

Continuando con las enfermedades del siglo XXI ahora toca el turno de los trastornos de la alimentación, algunos de ellos han tenido apariciones en diferentes épocas, sin embargo, se incluyen en esta lista porque debido a las redes sociales se han incrementado considerablemente, y afectan principalmente a mujeres en un 90% de los casos, pero aun cuando se presenta más en las mujeres, los hombres no están exentos de padecerlos.

Como todas las enfermedades han sufrido cambios en los últimos tiempos, se han desarrollado variables y otras han disminuido drásticamente; los síntomas varían en función del tipo de trastorno de la alimentación. La Anorexia, Bulimia, Trastorno Alimentario Compulsivo y Vigorexia, son los trastornos de la alimentación más frecuentes, pero se pueden presentar otros no tan comunes como el trastorno de rumiación o algunos donde se evita o restringe la ingesta de alimentos.

En general, como su nombre lo indica, los trastornos alimenticios tienen que ver con la idea que la comida afecta su imagen física, y a causa de ese pensamiento se evita de una manera drástica, no obstante, no es la comida, es la persona. Y la mayor parte del tiempo vienen acompañados con trastornos afectivos, de ansiedad, de personalidad, control de los impulsos, o abuso de sustancias.

Causas

Este tipo de trastornos no tienen causas específicas, se presentan por múltiples factores que hacen a las personas sentirse vulnerables, generalmente en la adolescencia donde la personalidad es más susceptible a estímulos exteriores y se crea una idea de la belleza para encajar en grupos sociales. En este proceso en ocasiones se tienen experiencias traumáticas que atraen estos trastornos en algún momento entre los 13 y los 25 años.

Dentro de los cambios que se tienen actualmente en las enfermedades se observa que a muchas se les ha incluido la palabra “nerviosa”, esto se debe a que ahora la somatización de emociones como el estrés es más común que afecte de manera física.

Anorexia (nerviosa)

Es un trastorno de la alimentación potencialmente mortal que se caracteriza por un peso corporal anormalmente bajo, un gran temor a aumentar de peso y una percepción distorsionada del peso o la figura corporal. Estas personas hacen todo lo posible por controlar el peso que se relaciona con su físico, lo que afecta de manera importante su salud y posteriormente las actividades cotidianas. Cuando tienes anorexia, limitas la ingesta de calorías, te ejercitas exageradamente, tomas laxantes o suplementos dietéticos, y lo mas identificativo es vomitar después de comer.

Bulimia (nerviosa)

Al igual que la anterior también se considera grave. Cuando padeces este trastorno vas de un punto en que comes en exceso a otro donde te purgas, todo acompañado de una sensación de pérdida de control, muchas personas con bulimia también restringen lo que comen durante el día, lo que suele causar más episodios de excesos, en los que es normal que consumas una gran cantidad de alimentos en poco tiempo, para luego intentar deshacerte de las calorías extra con ayuda de medicamentos, lo que lo hace poco saludable. Todo esto causa una culpa o vergüenza por el miedo a aumentar de peso, y provoca que se incite el vómito, ejercicio desmesurado o puedes usar otros métodos, como los laxantes.

Trastorno alimentario compulsivo

Habitualmente se come en exceso y tienes la sensación de perder el control sobre ese impulso, incluso cuando no tienes apetito, después de esto sientes culpa, enojo o vergüenza por perder el control. Sin embargo, no intentas lo mismo que en las anteriores, evitas el ejercicio desmesurado o la purga, es un circulo vicioso de culpa y comida que por lo menos ocurre una vez a la semana.

Vigorexia

A diferencia de los anteriores se considera más un trastorno mental, pues la persona se obsesiona por su estado físico a niveles patológicos, el cual es más común entre hombres. Esta visión distorsionada de ellos mismos provoca que se vean débiles y enclenques, por tal motivo el trastorno incide directamente sobre su conducta alimentaria y sus hábitos de vida. Se caracteriza por realizar una actividad física extrema, abandonando las relaciones sociales y descuidando otros aspectos de su vida, para dedicar todo su tiempo a entrenar.

¿Cuándo consultar al médico?

Estos trastornos son complicados, y en conjunto con el tratamiento terapéutico es necesaria la ayuda de otros especialistas para valorar la salud física de la persona. Los trastornos de la alimentación prácticamente pueden tomar el control de tu vida por lo que si observas que tú o alguien de tu familia presenta síntomas busca ayuda profesional.

Cómo comunicarlo

Lamentablemente las personas cuando pasamos por algún problema somos las últimas en darnos cuenta de la gravedad de lo que pasa, por lo que cuando se presentan estos síntomas la persona que lo vive puede creer que no necesitan tratamiento. Si estás preocupado, apóyalo y presta atención a los hábitos de alimentación; las señales de alerta que pueden indicar la presencia de un trastorno son:

  • Omitir comidas o poner excusas para no comer
  • Adoptar una dieta vegetariana demasiado restrictiva
  • Centrarse excesivamente en la alimentación saludable
  • Prepararse los alimentos, en lugar de comer lo que la familia come
  • Alejarse de las actividades sociales normales
  • Preocuparse o quejarse continuamente por estar gordo y hablar sobre cómo bajar de peso
  • Mirarse con frecuencia al espejo para ver los defectos que se perciben
  • Tomar suplementos dietéticos, laxantes o productos herbarios para bajar de peso
  • Ejercitarse en exceso
  • Tener callosidades en los nudillos por provocarse los vómitos
  • Tener problemas de pérdida del esmalte dental, un posible signo de vómitos reiterados
  • Ir al baño durante las comidas
  • Expresar depresión, enojo, vergüenza o culpa respecto de los hábitos de alimentación

Los estándares de belleza debido a las redes sociales se han vuelto muy rigurosos, es común que al ver fotos de personas delgadas o musculosas provoque un deseo de tener ese cuerpo, no obstante, hay que aceptar que todos somos diferentes, si te gustaría mejorar tu cuerpo acércate con un profesional que te ayude con un menú para conseguir los resultados deseados, y en caso de no contar con los recursos, puedes comenzar una rutina de ejercicio al aire libre, pero siempre toma en cuenta que tu cuerpo necesita nutrientes para poder funcionar adecuadamente, no te pongas en riesgo de manera deliberada, pues lejos de obtener un beneficio puedes dañar tu salud considerablemente.

“Vivimos en una sociedad que critica la anorexia e idolatra la delgadez como símbolo de belleza” Anónimo

Sobreviviremos al próximo lunes… si nos damos cuenta que nuestro cuerpo es perfecto, y lo único que debemos cuidar es nuestra salud, no nuestra figura.

Nuevamente los invito a escribir cualquier duda, comentario, aclaración a mi correo alfredo.adj@gmail.com