- “Si no se combaten las causas, entonces los efectos van a ser vigentes, se podrán meter a la cárcel a muchas personas, pero las causas intactas seguirán produciendo corrupción”.
Aarón Quiñones/ La Voz de Durango
Existe confianza en el Sistema Local Anticorrupción (SLA) de Durango, están haciendo bien el trabajo, se están coordinando lo mejor que pueden, están tratando de impulsar una política anticorrupción exitosa y en el resto del país se le tiene confianza porque están abriendo una brecha que de seguir con éxito puede desembocar en algo bueno, así opinó Mauricio Merino Huerta, profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Previo a la realización del foro “Socialización de la Propuesta de Política Estatal Anticorrupción para Durango”, donde fue el principal ponente, el doctor en Ciencias Políticas habló de forma exclusiva con La Voz de Durango sobre el tema de la corrupción y su marco legislativo en el país, donde a su punto de ver faltan políticas públicas que permitan hacer un combate como tal y no confundirlo con la persecución del corrupto.
Señaló que desde que entró en vigor el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), se tiene una capacidad mucho mayor de identificar conductas que pueden ser tipificadas ya sea como faltas administrativas yo como delitos, según sea el caso. No se tenía un buen sistema disciplinario antes, ahora el problema actual ya no es de normas, el problema es la aplicación de las normas y de capacidades de las instituciones para ponerlas en práctica.
Cuestionado sobre una posible solución a esta falta de “operatividad” de la normativa, argumentó que se tiene que hablar, preparando a los funcionarios, creando una cultura completa de combate a la corrupción y parte de esa cultura atraviesa por la necesidad de no confundir el combate a la corrupción con la persecución de los corruptos, son dos fenómenos distintos; uno es los tipos penales y las faltas administrativas graves, pero otra cosa diferente es combatir las causas que generan esos delitos.
“Si no se combaten las causas, entonces los efectos van a ser vigentes, se podrán meter a la cárcel a muchas personas, pero las causas intactas seguirán produciendo corrupción”.
Respecto a si es o no una cuestión de educación en el mexicano, Merino Huerta argumento que en buena medida es un problema de cultura, pero sobre todo un problema de prácticas rutinarias administrativas, se ha perdido de vista que los espacios públicos, las oficinas, los dineros, no son propiedad de los funcionarios, son del pueblo.
No hay costumbre de documentar lo que se hacer y de decir pública abiertamente lo que se va haciendo, no se tiene un buen sistema de archivos y al no registrarse lo que se hace y al perderse la memoria, se pierde la capacidad de controlar los actos de corrupción, no se tiene un buen sistema de gestión documental, no se tiene un buen sistema de transmisión de esa gestión documental al pueblo que sea fácilmente digerible, no se tiene un buen sistema de contabilidad gubernamental, las cuentas públicas no se registran correctamente, no se tiene un buen sistema de seguimiento de políticas públicas, y sin eso el combate a la corrupción, simplemente no funciona.
