La música en vivo enfrenta poca demanda

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  • Don Crescencio, con la música en el alma, espera un buen cliente en la Plazuela. 

Graciela Rosales /La Voz de Durango

Con 40 años de músico, Crescencio Gurrola abraza su acordeón y con añoranza platica cómo decayó el oficio y de ganar 700 pesos diarios pasó a percibir solo 200 o 100 pesos al día, sin contar las malas temporadas en que no se consigue nada.

Músico de los viejos, apostado en la Plazuela Baca Ortiz, don Crescencio es conocido por sus compañeros por su don de gente, por su disposición para hacer equipo con cualquier compañero cuando se trata de amenizar algún festejo.

Lamentablemente, su situación económica no es la más óptima, “a la gente le sigue gustando la música, pero no tiene dinero para pagar”, don Crescencio considera que, la gente en la actualidad no gasta en divertirse, sino en cuestiones más urgentes como comida, gas, vivienda.

Antes –dice- la gente los contrataba con mayor frecuencia, particularmente los fines de semana era pesado atender la demanda, generalmente se lograban hasta 700 pesos diarios, eran buenos tiempos, los clientes se agarraban en cualquier parte.

Ahora trabaja en bares y restaurantes, la gente le da 20 o 30 pesos por canción y pocas veces piden serenatas, “ya casi no piden y es que llevar serenata cuesta aproximadamente mil 200 pesos”.

En la actualidad, un día le sale más o menos en 100 pesos, sin contar los días malos cuando tiene que regresar a su casa en blanco, sin un peso, pero don Crescencio sigue en el oficio y abrazado de su acordeón espera un buen cliente, “de esos que les gusta tomar con la música en un lado”, o aquellos que respetuosos llevan el festejo a la familia, a la mujer o a la novia”.