DEL DIRECTOR
Nos debe quedar en claro a los duranguenses, que no figuramos en el mapa cerebral de López Obrador. Ayer luego del abucheo concertado de morenistas al gobernador Aispuro, el presidente nomás sonreía y de un palmazo canceló la obra del metrobús. “Alcen la mano”, y los acarreados de Marina Vitela y otros venidos de fuera, gritaron “que se cancele, que se cancele” y levantaron la mano y esa obra trascendental para la comarca, ya autorizada, se canceló. Una ocurrencia presidencial como la del aeropuerto de Texcoco y los tantos programas sociales cancelados más en este país que va en picada. La 4t nos está transformando en la 5 chilla.
Bueno, pero, ¿qué le aplaudimos al Sr. Presidente?, creo que Durango le extendió la mano y él en un acto divisionista, rencoroso y autoritario canceló la obra. Pensábamos que era chiste, no lo fue, pensábamos en agradarle, pues nos salió el tiro por la culata.
Con la puntada perdió Durango una obra que crearía cientos de empleos, que facilitaría la comunicación y el transporte de miles en la muy extensa área lagunera que une a tres ciudades. Nos queda claro, Durango ha quedado fuera del concierto nacional, pues tampoco nos incluyó en el Plan Nacional de Desarrollo. No tenemos ninguna obra programada, ni carreteras ni hospitales ni obras para reserva de agua y ahora cientos de desempleados del gobierno federal, buscando trabajo en lo que “caiga”. Ya no tenemos ni superdelegado porque Enrique Novelo sigue grave en la Ciudad de México y aquí de los coordinadores del gobierno federal, nada más se conocen puras vaciladas. No hay ningún desarrollo ni visos de progreso ni en la sierra, ni en los valles ni en el semidesierto. Una aridez de ideas y una insolvencia social la que nos deja la visita del primer mandatario. Mientras mucha gente pudo mostrar su enojo por el hecho del domingo, también hubo quienes festinaron el enojo del gobernador, el abucheo, la burla del presidente y estos fueron los tradicionales enemigos de Durango, los exgobernadores sobre todo los últimos, los priistas que hasta lo festejaron en redes y sus incondicionales como Adán Soria, los petistas siempre malogrando el progreso y los recientes resentidos con los resultados del proceso electoral, que se friegue Aispuro, que se friegue Durango y sí, habrán quedado muy contentos….
Marina Vitela, debe estar muy feliz, porque ella ya sabía que el metrobús se iba a cancelar, ella ya sabía del orquestado abucheo al Gobernador y ya sabía cómo tenía que complacer a López Obrador. Se llevó a Durango de corbarta en su desquite al gobernador. Priista renegada como varios ahora flamantes “morenos” festinó el escarnio y ahora queda en calidad de victimaria del progreso duranguense. ¡Vaya que tenemos enemigos!
Durango recibió al Presidente institucionalmente, como jefe de la nación y él rebajó a Durango a un status de indeseable pedigüeño, pero si eso somos, entonces todo duranguense bien nacido debe hacer valer su condición, que el que sea buen empresario invierta y otorgue fuentes de empleo, el que sea buen comerciante que expanda sus dominios, el que sea buen estudiante lo haga con mayor ahínco, el que sea ama de casa que demuestre su amor y su dedicación a su familia. Los duranguenses somos mexicanos patrios, nunca seremos marginados ni arrimados. Éste es el momento de demostrar qué tanto queremos al terruño.
