¿Problemas con decisiones?

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MTF. Alfredo Arévalo

Para algunas personas es complicado tomar decisiones, en ocasiones nos enfrentamos a preguntas en nuestra vida que requieren una acción, normalmente la vida es así, sin embargo, a pesar de que nuestra vida diaria está llena de esas elecciones sobre diferentes temas que impactan en nuestro bienestar físico y mental, se convierte en algo muy pesado.

Hace días vi una imagen de una persona en consulta que le preguntaba a su psicólogo “¿Qué necesito tomar para ser feliz?” y la respuesta fue: “Decisiones“. Dentro de la rapidez en que vivimos buscamos formas eficientes (rápidas) para sentirnos bien, pues no hay tiempo que perder, no obstante, hay temas que son más difíciles que otros.

Para elegir nos basamos en dos cosas (la mayoría de las veces), primero en las emociones; luego en nuestro pensamiento racional; y estas dos afectan desde la ropa que vamos a elegir para salir a trabajar, hasta una decisión más importante como qué vamos a estudiar o dónde vamos a vivir.

Dentro de todo este conflicto nos damos cuenta de la importancia de tomar buenas decisiones, así como los factores que están implícitos en estas, para ello lo esencial es conocer cada tipo para reflexionar y hacer una toma consciente de lo que deseamos.

Racionales

Es cuando hacemos un comparativo de las posibilidades, si vas a comprar una casa observas el lugar, el espacio de construcción, si puedes hacer mejoras, el precio, etc… y con ello decides la mejor opción. Esto involucra nuestra inteligencia analítica y nos hace balancear los pros y contras sobre la situación que estamos a punto de tomar.

Emocionales e intuitivas

Como mencionaba, las emociones son esenciales, como seres humanos tendemos a sobreanalizar las situaciones, y para equilibrar un poco eso debemos confiar en nuestra intuición, esto nos proporciona otra visión sobre el problema. En mayor o menor medida, todas las decisiones que tomamos están influidas por nuestra intuición y reguladas por nuestras emociones.

Siguiendo con el ejemplo de la casa, ya hicimos el examen racional, y es probable que sintamos cierta predilección (consciente o inconsciente), y aunque racionalmente no tenga sentido esa elección, ahí está. Esto lo explica algo llamado pensamiento heurístico, lo cual es una regla que se sigue de manera inconsciente para reformular un problema planteado y transformarlo en uno más simple que pueda ser resuelto fácilmente y de manera casi automática. Aquí influyen nuestras motivaciones y deseos ocultos.

Pareciera algo negativo, sin embargo, hay que conocer por qué hacemos lo que hacemos, y esto es necesario ¿quién puede concluir qué hemos hecho mal? El punto importante es sacar todos nuestros pensamientos conscientes e inconscientes, desde lo más racional hasta lo más intuitivo y emocional, para encontrar un punto medio satisfactorio entre ambos.

ERRORES

  1. Pensar que pierdes

No debes fijar tu atención en lo que pierdes, sino en lo que puedes ganar. De esta manera no caerás en el sobreanálisis, que no es más que crear ilusiones de lo que hubiera pasado, y nada de eso es real.

  1. Aplazar

En ocasiones procrastinamos, dejamos para después lo que deberíamos decidir ya. No hay un momento perfecto, si esperas cuando todo, absolutamente todo, esté listo, no haya dudas y no exista ningún tipo de riesgo o incertidumbre, nunca vas a tomar una decisión. Para evitar este error, pon una fecha límite y cúmplela.

  1. Miedo a equivocarse

No pasa nada, cometer errores es parte de la vida, la idea es equivocarse una sola vez en cada cosa, y aprender de ello. Te vas a equivocar en algún momento, esas equivocaciones serán grandes maestros para ti.

CONSEJOS

Prioridades

Muchas veces las decisiones más importantes las dejamos al final por el miedo a enfrentarlo, y tomamos las más fáciles primero aunque no sean importantes. Es recomendable hacer una lista con las 5 cosas más importantes de tu vida, organízalas del 1 al 5, según su importancia. Y cuando tengas que tomar una decisión pregúntate cómo afecta a estas 5 cosas.

Si tomas una mala decisión, déjala ir

Si te equivocas, no hay problema, solo se vive una vez para insistir en cosas que no te benefician, a veces tomamos una decisión errónea y esperamos que cambie, nos obstinamos. Cada día que pasa, pierdes recursos (tiempo dinero, energía) que te afectan emocionalmente, y con ello cada día te cuesta más equivocarte.

¿Qué es lo peor que puede pasar?

Imagina el peor escenario posible cuando tomas la decisión (que sea real, y no exageres), tampoco hay que dramatizar, es importante porque si estás prevenido y lo aceptas, puedes afrontarlo.

“El gran valor de saber cómo entregar es que todos y cada uno de los sentimientos se puede dejar en cualquier momento y en cualquier lugar en un instante, y puede hacerse continuamente y sin esfuerzo” David Ramón Hawkins

Sobreviviremos al próximo lunes… tomamos una buena decisión.

Nuevamente los invito a escribir cualquier duda, comentario, aclaración a mi correo alfredo.adj@gmail.com