Ninguna autoridad ha puesto atención a los desperfectos.
Alejandro Valencia / La Voz de Durango
Con el paso de los años, el Corredor Constitución se ha convertido en una parte fundamental del turismo sobre todo para la vida nocturna, hoy esta vialidad que abarca de Francisco Sarabia a Gabino Barreda, da muy mal aspecto a los duranguenses y visitantes.
Al caminar se pueden observar una gran cantidad de desperfectos que se han sumado a través del tiempo, en primer lugar, se puede hablar del daño que presentan las luminarias de piso, ya que cerca de 40 han sido vandalizadas y en casos extremos fueron robadas, por lo que únicamente se pueden ver cables.
También las paredes, ventanas, casetas telefónicas y la señalética, cuentan con grafitis, sin embargo, no han sido removidos por las autoridades.
Las decenas de bancas poco a poco han sido víctimas del intento del pillaje, al igual que los botes de basura que están cubiertos de tablas de madera donde sí se concretó un robo hormiga.
Sus tapas en forma de cenicero están parcialmente desmontadas, esto dificulta poner los desperdicios en su lugar.
Se puede observar en las jardineras botellas de cerveza, colillas de cigarro y encendedores, por lo que se pone en duda la presencia de seguridad al caer la noche.
¿Quién debe darle mantenimiento?
En el pasado gobierno municipal se tenía planeado darle mantenimiento al Corredor Constitución, no obstante, las autoridades dijeron que no podían actuar ya que la rúa le corresponde al gobierno del estado, por lo que los trabajos no continuaron.
A pesar de esto la pasada administración de la Dirección Municipal del Medio Ambiente emprendió “la guerra contra el chicle”, ya que en el piso se puede ver un enorme número de gomas de mascar que parecen estar petrificada y a la fecha siguen ahí, por lo que claramente se perdió la batalla.
Hasta el día de hoy no se sabe a ciencia cierta quién debe atender la vialidad turística, si el gobierno estatal o el municipio.