– El cristianismo exige vivir el Evangelio.
– “Seguiremos promoviendo una pastoral orgánica de conjunto, teniendo en cuenta el Magisterio y las directrices del romano pontífice el papa Francisco”.
Graciela Rosales/La Voz de Durango
Asumo y me inserto en esta historia de evangelización en clave de continuidad, haciendo míos los desafíos que la época actual nos plantea, Me dispongo a promover el trabajo hasta ahora realizado, por las diversas comisiones y dimensiones diocesanas mediante: la pastoral profética, la pastoral litúrgica, la pastoral social, la pastoral de familia – juventud – adolescentes – laicos y vida, la pastoral de vocaciones y ministerios, la pastoral de las comunicaciones sociales y la pastoral de ecumenismo y diálogo interreligioso; estas fueron las palabras de Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez en su mensaje de toma de posesión.
Agregó que su propósito es implementar los lineamientos y directrices que los obispos mexicanos que han asumido para la patria, desde la Conferencia del Episcopado Mexicano, mediante el Proyecto Global de Pastoral, de cara a dos momentos cruciales de la historia: los dos mil años de la Redención y los 500 años del Acontecimiento Guadalupano.
Es necesario prepararse para celebrar los hechos de la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo; así como impulsar y recordar el evento guadalupano que encamina, no solo a la revaloración de realidades como la piedad popular sino que afiance en la convicción de la necesidad del paso de una pastoral celebrativa esporádica y eventual a una pastoral de procesos que ayude en la formación cristiana de nuestros laicos y impulse a la renovada misión profética y anuncio de la alegría de ser cristianos.
“En estos casi 400 años esta Iglesia de Durango, ha peregrinado entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios, anunciando la cruz del Señor hasta que venga; y asumir el el desafío de ser una “Iglesia de puertas abiertas y en salida misionera”.
“En este mundo en el que nos está tocando vivir, necesitamos ser conscientes que no es fácil asumir un cristianismo a la ligera; exige vivir el evangelio. Jesús explicó con toda sencillez qué es ser santos, y lo hizo cuando nos dejó las bienaventuranzas”.
Son como el carnet de identidad del cristiano. Así, si alguno de nosotros se plantea la pregunta: ¿Cómo se hace para llegar a ser un buen cristiano?, la respuesta es sencilla: es necesario hacer, cada uno a su modo, lo que dice Jesús en el sermón de las bienaventuranzas.
“En ellas se dibuja el rostro del Maestro, que estamos llamados a transparentar en lo cotidiano de nuestras vidas”. Las bienaventuranzas de ninguna manera son algo liviano o superficial; al contrario, ya que solo podemos vivirlas si el Espíritu Santo nos invade con toda su potencia y nos libera de la debilidad del egoísmo, de la comodidad, del orgullo.