El calvario de los que viven por el Santuario

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  • Existe inconformidad.
  • Vecinos de la Explanada de los Insurgentes dicen estar olvidados del Ayuntamiento por la calidad de los servicios, además de molestias por puestos durante la Romería del 12 y el tianguis dominical.

Josélo Fuentes Delgado/La Voz de Durango

Vecinos de la Explanada de los Insurgentes no ven a dónde van a parar los recursos que cada domingo pagan los puestos que se instalan en el tianguis, tampoco el de los permisos de cada puesto de la Romería del día 12, porque no se traduce en mejor calidad de los servicios en la zona.

Aunado a ello está la obstrucción de sus cocheras, ruido, sobrecarga de la instalación eléctrica, montones de basura, sin contar la apatía de otra parte de los vecinos, quienes por intereses económicos pasan por alto los problemas para hacer su agosto en estos días con la renta de baños, estructuras y hasta la venta de alimentos.

Durante un recorrido realizado por La Voz de Durango, habitantes de las calles prolongación Independencia y Guadalupe, que convergen en las inmediaciones del Santuario de Guadalupe hicieron patente su inconformidad por la situación que año con año se repite, sin que regidores, directores de las áreas responsables le den alguna respuesta favorable a su problemática.

Ana María Robles, habitante de Prolongación Independencia, a unos pasos del Santuario, reveló que para algunos es diversión y esparcimiento, pero para ellos es un calvario desde que inician las peregrinaciones por el ruido diario, rematando con el 11 y el 12 cuando todo está en su apogeo.

“Había proyecto de mejora del lugar desde hace cinco años y hasta había una maqueta. Siembra de árboles, pasto, mejora del alumbrado, pavimentación, más seguridad, cambio de tubería de drenaje y agua potable, mejores instalaciones eléctricas, sobre todo porque es un lugar muy visitado todo el año, pero a la fecha no hay nada. Sin contar que debe uno rodear para llegar a la casa casi por la colonia Morga”.

Romualdo Gambino, habitante de Prolongación Guadalupe señaló que por la instalación de los juegos mecánicos desde el pasado lunes y el cuello de botella que se forma en los semáforos al inicio de la Explanada es un caos, amén de que es casi imposible salir de sus hogares por estas estructuras.

“Si el dinero que recaudan se viera en beneficios de servicios sería más fácil atenuar el problema. Pero además de las molestias para los que vivimos aquí es que las fechas que se dan para instalarse y retirarse no son respetadas y no hay autoridad que nos respalde para proteger los derechos de nosotros que nos ven como minorías, casi como ciudadanos de segunda”, añadió.