- Cualquier ayuda es importante.
- Población cercana al río perdió todo, aún hay algunas incomunicadas, ganaderos y agricultores con afectaciones en sus cosechas y ganado, hubo falta de abasto de diésel y gasolina.
Josélo Fuentes Delgado/La Voz de Durango
Tepehuanes, Dgo.- La contingencia en esta municipalidad aún no concluye y la esperanza está en la declaratoria de desastre para contar con apoyos suficientes para atender las demandas de la población afectada por el desbordamiento del río, además de las precauciones sanitarias para evitar alguna epidemia de enfermedades gastrointestinales.
El alcalde por esta demarcación, Eder Gutiérrez comentó que de las poblaciones que aún siguen incomunicadas y solo tenían acceso por aire son: “La Bufa”, “San Jerónimo”, “Quebrada Onda”, “San Rafael”, “Metates” y “El Purgatorio”, en algunas de ellas el paso de víveres era a lomo de mula o por varias horas de caminos muy peligrosos.
El Gobierno del Estado ayudó desde el inicio del percance con apoyos en zonas alejadas y de difícil acceso para mitigar un poco las necesidades alimentarias de la población.
“Utilizamos tres máquinas abriendo caminos, una de la empresa minera “Atocha”; otra de la empresa “Mineral de 14” y una más de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas del Estado (Secope) para abrir caminos nada más y dejarlos transitables porque reconstruirlos sería muy caro. Nos prestan las máquinas y nosotros pagamos los operadores y el diésel”, dijo el munícipe.
Casi 21 días después de la contingencia, apenas hubo acceso al poblado “San Rafael”, luego de que la maquinaria retirara lodo, piedras y escombro para llegar a ellos; pero en el caso de la cabecera municipal la fuerza del agua levantó la tubería del drenaje y la laguna de oxidación, por ello mantienen la alerta con salud por algún brote de enfermedades.
FALTAN ALIMENTOS
El presidente municipal de esta localidad señala que, en el caso de ropa, cobijas y medicamento tienen lo suficiente para continuar con la atención de la población, pero hacen falta víveres, alimentos no perecederos, agua y artículos de limpieza para apoyar a quienes perdieron todo, además de materiales para construcción porque la gente que vive en los márgenes del río perdieron todo su patrimonio, hasta cultivos y animales.