Ex -Cuartel Juárez, una bomba de tiempo

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  • Equipo de Salum, negligente. 
  • Reportan nula presencia de inspectores municipales.

Graciela Rosales/ La Voz de Durango

El mercado del Ex -Cuartel Juárez es una bomba de tiempo, que evidencia la negligencia del gobierno municipal y la falta de voluntad política que, por años, ha mantenido aproximadamente a 500 comerciantes al filo de la navaja, con un techo que gotea, deficiente atención de servicios públicos municipales, nula presencia de inspectores y los riesgos que implican las tomas de energía eléctrica clandestinas y la comercialización sin recato de pólvora en sus diversas presentaciones.

Las condiciones en que opera el mercado conocido como Ex – Cuartel Juárez son lamentables y están a la vista de todos, pero lo más grave, es el riesgo que se corre de sufrir alguna desgracia provocada por la sobrecarga en cables de energía eléctrica que parecen clandestinas.

Lo anterior se desprende del recorrido realizado por personal de La Voz de Durango y de las declaraciones que hicieran comerciantes, así como su dirigente en el área de frutas y verduras, Margarito Vázquez Ibarra.

Don Margarito explica que el mercado está dividido en tres secciones, pero advierte que las deficiencias se encuentran en todas partes.

La forma en que se cuelgan de la luz, ha generado tres o cuatro incendios en el lugar, “muchos por no comprar una cinta que cuesta 20 pesos, hacen sus tomas así y luego cuando los niños tiran un balonazo, se pegan los cables y vienen los cortos circuitos y nunca han venido inspectores a revisar”.

UNA BOMBA DE TIEMPO

Javier Azdar, comerciante, hijo de uno de los fundadores de este mercado, se lamenta de las condiciones en que trabajan en este sitio que tiene alrededor de 30 años funcionando y en el que en se han registrado incendios en más de tres ocasiones.

“Trabajamos en deplorables condiciones, a marchas forzadas, estamos totalmente olvidados de los gobiernos municipal y estatal; aquí cada año, por estas fechas se encienden los focos rojos, porque muchos de los compañeros, por ganar un dinerito, se arriesgan a vender pólvora sin conocer el riesgo o manejo que se debe de tener, no saben absolutamente nada de protección civil, lo hacen por la necesidad”.

Y efectivamente, a lo largo del recorrido pudimos constatar lo que Protección Civil y los inspectores municipales no han visto, decenas de puestos vendiendo pólvora, incluso hay puestos a cargo de pequeños menores de edad que sin medidas de seguridad juegan y venden sin ninguna precaución.

Pero las condiciones del mercado – agrega – son malas, aquí se inunda, el piso que es apenas un firme mal hecho, techo de láminas que se gotean, lámparas que no se prenden porque –dicen- el personal de Servicios Públicos no las enciende, drenaje deficiente, sin puertas de acceso dignas.

Pero hay algo más grave, el resentimiento de los comerciantes hacia un gobierno municipal que no los escucha y mucho menos los atiende ¿cómo es posible que la gente común se dé cuenta de los riesgos que se corren y la autoridad no?