- Muerte accidental.
- De manera preliminar y con los reportes de las pruebas científicas en la mano por parte de peritos de la Fiscalía, descartan autoridades que la muerte del vigilante haya sido para robar el local que custodiaba y de ahí se desprendiera el homicidio.
Josélo Fuentes Delgado/La Voz de Durango
Confirma la Fiscalía General del Estado de Durango (FGED) que no existió robo en el local que vigilaba Rosendo Morales Vargas, de 50 años, empleado de vigilancia de SARMI, empresa de vigilancia y las causas de su muerte fueron por traumatismo de cráneo al resbalar accidentalmente y caer de su misma altura golpeándose la cabeza.
El hecho sucedido el pasado lunes por la mañana en el interior del inmueble situado en calle Linda Vista en el fraccionamiento Cerro de Los Remedios, espacio donde funciona una antena de transmisión de conocido canal televisivo y de acuerdo al reporte del Servicio Médico Forense (Semefo), la muerte fue por un golpe fuerte en el cráneo.
Compañeros del hoy occiso señalaron que el cuerpo fue descubierto después de llamar en reiteradas ocasiones y al no contestar decidieron ir al local donde desempeñaba su trabajo, pero al tocar y no abrir decidieron acceder abriendo con llave la puerta para encontrar el cuerpo desplomado en el piso, a un lado de un charco de vómito.
Conforme a la reconstrucción de los hechos, de manera preliminar, los Peritos de la Fiscalía señalan que Rosendo resbaló de manera accidental para caer súbitamente y pegar de lleno la cabeza en el piso antes que cualquier otra parte de su cuerpo.
Por el impacto sobrevino el reflejo de volver el estómago, vomitar, y en su intento por levantarse primero apoyando las manos volvió a resbalar con este fluido corporal y volver a pegarse en la cabeza por segunda vez para ya no volverse a incorporar. Todo indica que trató de pedir ayuda por el natural reflejo de ponerse de pie e intentar salir.
En la revisión de puertas, ventanas, chapas y bardas, no hay huellas de violencia, que cristales rotos, ventanas o puertas forzadas, ya que incluso Rosendo cerró por dentro por seguridad y desde la noche del domingo ya no tuvo contacto con nadie en el exterior vía telefónica o con sus superiores para reportar cualquier situación de riesgo y/o fuera de lugar.