MTF. Alfredo Arévalo
Cuando decidimos enfocarnos a iniciar un proyecto o a realizar un trabajo importante el primer conflicto que debemos superar es superar la tendencia a resguardarnos en la zona de confort, y esto es complicado porque todos crecemos con ideas y creencias infundadas por la familia y la cultura.
Esto podría ser una especie de “programación mental”, en la cual se moldea una visión del mundo, con las dificultades y conflictos que han enfrentado nuestra familia, amigos, maestros, y todos aquellos que dejan una huella en nuestra vida. Aunque la función de las creencias heredadas que son transmitidas de generación en generación es facilitar la toma de decisiones a los más jóvenes, y de esta forma evitar que cometan los mismos errores, pero no siempre es así.
Por esta programación en ocasiones se repiten patrones, y el abordar de manera automática ese mismo camino desgastado por generaciones llegando a un final declarado puede ser más perjudicial que benéfico, incluso si algún familiar, ya sean nuestros padres o abuelos caminaron por él y lo superaron, no es necesario verificar si nosotros podemos terminar igual que ellos.
Por ello todo cambio es en sí una oportunidad de innovar, superar limitaciones mentales y escribir nuestra propia historia sin repetir la de nuestros antepasados; y aunque el cambio puede iniciarse como una experiencia hostil o forzada por circunstancias externas a nosotros, todo ello deriva en un resultado final positivo y enriquecedor: la posibilidad de crecer y prosperar.
Creencias que te sabotean… y cambios
- “No valgo”
En muchas ocasiones el papel que tenemos en nuestra familia o amigos nos ayuda a definir un autoconcepto y reconocer de esta manera nuestras habilidades, sin embargo, en ocasiones decidimos incluir en nuestra vida personas que nos afectan de manera negativa, que nos dicen que no valemos o no somos lo suficientemente buenos para obtener lo que soñamos.
Al darles el poder de modificar nuestro autoconcepto, aceptamos que es así, dejamos nuestros sueños y aspiraciones, para comenzar a tener pensamientos mediocres como: “¿Para qué voy a intentarlo si no soy bueno?”.
Cambio: Nuestros pensamientos organizan todo de modo que una creencia limitante, de cualquier tipo, puede bloquearte por completo en todos los ámbitos; por ello es mejor buscar abrazar ciegamente creencias y declaraciones positivas que te motiven a dar lo mejor, no importa si no compartes las mismas ideas, es parte del cambio, pues poco a poco, notarás cómo todo empieza a mejorar, lo que antes parecía difícil se vuelve manejable.
- “No lo podré conseguir”
Algunas de estas creencias se ligan entre sí, y esta tiene que ver con la anterior, y para superarla debemos regresar al punto de condicionamiento: nuestro cerebro envía las órdenes y si pensamos que no podemos conseguirlo, definitivamente no podremos.
Cambio: Si te crees capaz, tienes las ganas, y estás dispuesto a hacer el esfuerzo, tu cuerpo y mente trabajarán en conjunto para cumplir ese gran objetivo.
- “No lo merezco”
Cuando te dicen un halago por tu apariencia o recibes una recompensa inesperada, te sientes inseguro y en lugar de disfrutar te lamentas y te sientes culpable por no creer merecerla, reflexiona en tus capacidades ¿Cuánto has trabajado? ¿Qué cambios hiciste? ¿Cuántos sacrificios has hecho?
Cambio: Date la oportunidad de crecer y disfruta lo que la vida tiene para darte, en ocasiones pedimos cambios y trabajamos en ello, todo llega a su tiempo a recompensar todo lo que hiciste para conseguirlo.
- “No sé cómo hacerlo”
Todos hemos tenido que aprender algo en nuestras vidas, y ese proceso lleva tiempo y sacrificio, nadie es experto en algo de la noche a la mañana.
Cambio: Si quieres aprender algo o ser mejor en alguna actividad, práctica, y no te desanimes si no lo consigues a la primera, recuerda, prueba y error, aprende de eso.
Conclusión
Cada uno de nosotros tenemos la habilidad de moldearnos con los años, aprendemos cosas nuevas, desechamos las que no nos sirven y en general buscamos un cambio constantemente. Y en ocasiones una parte importante de ese cambio está en dejar ir algunos hábitos, objetos o personas que ya no encajan.
No es fácil, toda separación trae consigo algo de dolor, porque en el proceso sueltas memorias, conservando solo lo importante; por ello, si el cambio es necesario, no importan las condiciones externas, seremos capaces de seguir creciendo.
Surgirán dudas en el camino, todo cambo viene acompañado de la incertidumbre, ten confianza y sigue el camino hacia el objetivo que deseas conseguir.
“Las heridas emocionales tienden a propagarse a través de los lazos familiares… hasta que alguien consciente detiene el proceso”
Sobreviviremos al próximo lunes… si aprendemos a soltar.
Nuevamente los invito a escribir cualquier duda, comentario, aclaración a mi correo alfredo.adj@gmail.com