- Comunidades indígenas.
- A pesar de los esfuerzos por tratar de llevar el aprovechamiento sustentable del bosque a poblaciones indígenas del estado, no ha sido posible por intereses ajenos a las comunidades.
Josélo Fuentes Delgado/La Voz de Durango
Los cacicazgos y la infiltración de intereses de organizaciones que supuestamente pretenden ayudar a las comunidades indígenas han retrasado su progreso y desarrollo entre las mismas etnias en el caso de Santa María de Ocotán en el municipio de El Mezquital, en cuanto el aprovechamiento del bosque en beneficio de sus pobladores.
Caso diferente con San Bernardino de Milpillas, en el municipio de Pueblo Nuevo, donde a pesar de ser de la misma etnia, tepehuanes, con el aprovechamiento del bosque de manera sustentable y responsable, en cuanto al otro poblado después de superar una suspensión a la explotación o veda por más de 10 años no ha sido capaz aún de llegar a un acuerdo con los liderezgos internos.
A este panorama se enfrenta la Comisión Nacional Forestal (Conafor) a través de la Gerencia Estatal, que de acuerdo a sus experiencias no ha sido posible penetrar en esta región para alcanzar que la riqueza de los bosques de El Mezquital pueden beneficiar a sus pobladores y mejorar su calidad de vida, precisó José Marcos Daniel Trujano Thomé.
Relató el experto forestal que, a pesar del intenso trabajo realizado con anterioridad por medio de una consulta con los comuneros de la región de Santa María de Ocotán, atendiendo sus usos y costumbres, tras meses de trabajo con un despacho de profesionistas originarios de la comunidad que colaboraron como traductores en todas las reuniones y cerca de dos millones de pesos invertidos, el resultado fue nulo al filtrarse una organización supuestamente campesina.
“Pudieron obtener mayor ganancia con la explotación programada de sus bosques, recurso a futuro, incluso ser beneficiarios de otras partidas federales para sostener la incipiente industria y fortalecerla, pero le dieron la espalda al progreso, que deriva en una mayor y mejor calidad de vida para todos sus habitantes”, sostuvo Trujano Thomé.
OTRA CONCEPCIÓN
Propietarios de varios aserraderos, cooperativas, proyectos y hasta inversión en tecnología con capacitación e incentivos de programas federales en apoyo al bosque, son los tepehuanes de San Bernardino de Milpillas, en Pueblo Nuevo, a pesar que es un cerco lo que divide estos territorios con distintas concepciones de la productividad y bienestar para los suyos.