Por José Antonio Juárez / Museo de Numismática de Durango / ANUD
Enseguida se describe como debería ser el escudo de armas de la nación.
Con fecha del 9 de abril de 1823, el congreso acordó lo siguiente:
1°.- Que el escudo sea el águila mexicana parada en el pie izquierdo, sobre un nopal que nazca de una peña entre las aguas de la laguna, y agarrando con el derecho una culebra en actitud de despedazarla con el pico, y que orlen este blasón dos ramas, una de laurel y otra de encina conforme al diseño que uso el gobierno de los primeros defensores de la independencia.
2°.- Que en cuanto al pabellón nacional, se esté al adoptado hasta aquí, con la única diferencia de colocar el águila sin corona lo mismo que deberá hacerse en el escudo.
El autor de este diseño fue el señor José Mariano Torreblanca, con esto nos damos cuenta el porqué se dieron los problemas con los diseños de las monedas acuñadas en el año de 1824 de águilas de perfil de la ceca de Durango.
Lo que a continuación transcribiré es de un expediente de ese mismo año en el cual se mandaron a la ciudad de México 6 piezas acuñadas en la ceca de Durango para su examinación ya que existía una oficina llamada del Gravado, que se encargaba de darles las aprobaciones en sus piezas a las casas de moneda foráneas que existían desde la época de la guerra de Independencia y una muy importante fue la provisional en Durango que se abrió en el año de 1811, y el expediente dice así:
CARTERA 28
CUADERNO 45.
NACIONAL CASA DE MONEDA DE MEJICO. AÑO DE 1824.
N° 922.
DEPOSITOS QUE SE HACEN EN LA TESORERIA DE ESTA CASA DE MONEDA POR LOS TRIBUNALES Y JUZGADOS EN EL PRESENTE AÑO.
Remito a usted seis monedas de a ocho reales labradas en la casa de moneda de Durango a fin de que disponga usted se pesen, ensayen y reconozca su ley, dándome cuenta de los resultados para ponerlos en la alta consideración del supremo poder ejecutivo.
Dios guarde a usted muchos años, Méjico. Veinte y dos de marzo de mil ochocientos veinte y cuatro. Frallaga— señor superintendente de la casa de moneda.
Casa de moneda de Méjico, veinte y dos de marzo de mil ochocientos veinte y quatro.—– para que venga un puntual cumplimiento la precedente superior exceden para inmediatamente con las seis monedas de a ocho reales que la acompañan al grabador principal, juez de balanza y ensayadores para que cada uno procedan con toda la superioridad que adjunto de tanto interés exije a reconocerlas en su estampa, peso y ley exponiendo lo que después del mencionado examen las ocurra, se proveyó el señor superintendente de una misma casa y lo firmo, doy fe.——Lardizábal= José de la Santa Cruz. (Continuará…)