¡Adiós Enrique Arrieta Silva!

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  • Víctima de un infarto fulminante.
  • Hijo de Domingo Arrieta León, destacó como escritor, orador, magistrado y catedrático.

Graciela Rosales/ La Voz de Durango

Víctima de un infarto fulminante, la noche del pasado domingo, falleció Enrique Arrieta Silva, a los 76 años, a quién su padre el general Domingo Arrieta León, llamaba cariñosamente “el Zocoyote”, por haber sido el último de sus hijos en nacer; su legado se cuenta en una trayectoria brillante en la que resaltan sus dotes de orador, investigador, catedrático y magistrado del Tribunal Superior de Justicia.

Enrique Arrieta Silva, nació el 14 de julio de 1943, cuando su padre el general Arrieta tenía 70 años y su madre Genoveva Silva Ortiz, era una mujer sumamente joven; producto del romance que nació en el poblado La Campana, cerca de la sierra de Promontorio, en donde el general Arrieta trabajaba unas minas.

En una de las últimas entrevistas que otorgó a La Voz de Durango, Enrique Arrieta compartió un poco de su historia personal, “Yo fui el último de 70 hijos que tuvo mi papá con 30 mujeres, por eso me decía con cariño ‘el Zocoyote’”.

“Mi niñez fue feliz, fui hijo único en ese matrimonio”, tuvo 69 hermanos, de los cuales solo sobreviven dos, el primogénito fue Pancho, “el güero” era coronel, mismo que murió emboscado en la Revolución en la sierra de Tepehuanes, a los 22 años.

Estos datos y otros muchos, fueron consignados por en un libro denominado “Domingo Arrieta León, General de Hombres Leales”, publicado hace aproximadamente dos años.

La última entrevista que brindó a este matutino, fue en noviembre de 2019 con motivo del aniversario luctuoso de su padre y fue entonces cuando preparaba la presentación de uno de sus últimos libros “Domingo Arrieta León y sus Tropas a Sangre y Fuego en la Toma de Zacatecas de 1914”.

La muerte inesperada, impidió la publicación del último libro que quedó listo para ser impreso, salvo pequeños detalles como los pies de foto.

Enrique Arrieta Silva fue catedrático en la Facultad de Derecho de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) y magistrado en el entonces Supremo Tribunal de Justicia, amante de la revolución, dedicó muchas horas de su vida a investigar diferentes episodios en los que participó su padre y fue también un buen orador.

Le sobreviven su esposa Inés Leticia Ramírez y cuatro hijos, Humberto, Enrique, Inés Leticia y Rodrigo.

Descanse en paz, Enrique Arrieta Silva.