Pasar mayor tiempo de calidad y no dejar de lado la atención a los hijos, es uno de los retos de las parejas de hoy.
Josélo Fuentes Delgado/La Voz de Durango
El ritmo de trabajo, la rutina diaria, las nuevas tecnologías que han modificado las relaciones humanas y entre la sociedad, han provocado que la familia sea el centro donde se pueden prevenir deformaciones de actitudes y de carácter de los hijos con quienes hay una brecha ya entre padres e hijos, precisó la catedrática universitaria Palmira Maldonado.
Durante la realización de un conversartorio con mujeres madres de familia y trabajadoras en la Plaza IV Centenario, declaró la profesionista que dentro de las conclusiones a que llegaron fue que el tejido social refleja daños que son originados en el hogar, a causa de una mala convivencia y formación de los hijos.
“Homicidios, drogadicción, delincuencia, nos hacen reflexionar en qué momento perdimos a nuestros hijos con éstos y otros males. Sabemos que tenemos que salir a trabajar y olvidamos dar lo más valioso a nuestros hijos, tiempo de calidad, más allá de los satisfactores de casa, comida, ropa y estudios”, indicó la docente.
Una solución, dijo Palmira Maldonado, es ver la situación real de la familia y que se ha dejado de hacer al interior de mi núcleo, porque los defectos de los hijos son las omisiones de los padres y si bien es cierto de que nadie enseña a ser padres al menos aprender a ser mejores cada día fomentando la confianza y comunicación honesta con la familia, incluso con la pareja.