Barruntos de un pleito político con la ley como rehén

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Por Juan Nava Stenner

Los primeros barruntos de un pleito político, se dieron ayer con la presentación de una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción contra varios exfuncionarios de la administración de Ramón Enríquez en el trienio pasado en la administración municipal. Son 14 millones de pesos en la mencionada querella que simplemente se “perdieron”. Nunca aparecieron en ningún lado, ni se justificaron.

¿Solo 14 millones?

Es la primera denuncia de varias que vienen…..

Esta sería la primera denuncia de una serie de denuncias que se van a venir contra la administración  de Enríquez que no justificó no únicamente 14 millones de pesos, sino una cantidad suficiente para quebrar a la alcaldía en su totalidad y dejarla inerme para como se ha visto con toda claridad, dejar a las administraciones subsecuentes, sin margen de maniobra.

Eso, mis estimados lectores, es no querer a Durango ni respetar la confianza con la que los políticos ambiciosos, llegan a los puestos públicos… Llegan a medrar, a asaltar en despoblado, a engañar y ofender, que al cabo no pasa nada, ni nunca ha pasado nada.

Ningún pillín en Durango, derivado su actuar del servicio público y señalado, ha pisado el bote. No hay remembranza en el Cereso de esto.

Yo debo dejar en claro que esa decisión de la contralora municipal, de presentar esa denuncia, luego de terminar las auditorías me sorprendió. Pensé que nunca serían ventiladas, que esos desfalcos quedarían en el olvido y que simplemente ese borrón y cuenta nueva, sería absorbido de nuevo por Juan pueblo, como esta y como todas las crisis que ha padecido nuestro ya desfalcado estado de Durango. Los 14 millones son un principio de los posibles 200 millones de pesos, que pues, desaparecieron así nomás.

Jorge Salum, alcalde de nuestro jubiloso municipio, ha venido siendo víctima de ataques furiosos de trolles que en las redes sociales obedecen a intereses personalísimos de actores diferentes que molestos por la no continuidad de Enríquez Herrera o del grupo de Herrera Caldera, han emprendido una campaña de señalamientos contra la administración actual. Desempleados creyeron que las chambas otorgadas en el pasado serían eternas, que reniegan ahora porque esos favores se acabaron, gente sin oficio ni beneficio, empresarios que ya no lograron canonjías y quieren más, eternos buscachambas que trataron de condicionar al alcalde bajo ataques de señalamientos falsos o aprovechando coyunturas que hay que aceptar, fueron errores. Fue ponerse de “pechito”, como la onerosa renta de las nuevas oficinas del IMAC por 120 mil pesos al mes en momentos en que el municipio no puede ni pagar su luz, su nómina y menos le alcanza para obras.

Luego luego, los señalados o eventualmente señalados, contestaron esa denuncia mediante una rueda de prensa a los medios de comunicación cuando lo que deben de hacer es contestar los señalamientos frente a un juez. Si es un “sí” o un “no”, son 14 millones de pesos que se perdieron durante la administración de Enríquez Herrera, que fueron a parar a cuentas personales y de empresas sin alguna justificación o documento de por medio se perdieron, ¿dónde están?

Lo malo es que el fiscal anticorrupción tiene un carácter medroso y blando y no va a poder con el paquete de denuncias que se vienen en diferentes tenores y diferentes orígenes, y el proceso será largo, cansado y tedioso. Se va a acabar el trienio y no vamos a ver cosas concretas y ese dinero no va a aparecer.

Lo que más le conviene a la ex administración enriquista, es provocar ruido en los medios, hacer de una denuncia que aún no sabe qué cariz va a tomar, un pleito político, estridente, para que la sociedad se confunda y el fiscal agarre temor. Pero el dinero no va a volver a las arcas públicas.

Luego que nunca se supo más de los 120 amparados que trabajaron en el sexenio gubernamental de Herrera Caldera, porque sencillamente no hubo intención de agarrar a los pillos, la gente sabe que la ley tiene muchos recovecos, que ni es pronta ni expedita, y que finalmente los actores políticos y los partidos políticos se cubren unos a otros, terminan arreglándose en lo oscurito, terminan tablas entre ellos que sin ninguna  desvergüenza y haciendo gala de todo cinismo vuelven a pedir el voto popular para seguir medrando al erario y engañando a los ciudadanos.