¿Padres – pareja?

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MTF. Alfredo Arévalo

En el artículo anterior mencionaba sobre la búsqueda del hombre y mujer ideal, y cómo para la mayoría de las mujeres ese hombre ideal se asemeja bastante a su padre; de igual manera para la mayoría de los hombres buscan la imagen de su madre. Al pensar eso de manera literal nos topamos con uno de los clichés más marcados en la psicología gracias a Sigmund Freud.

En este artículo no hablaremos del Edipo o de Electra, ni profundizaremos en el cliché de que buscas una versión joven de tus padres para iniciar familia. Se ha explotado bastante en novelas, series y películas, es por eso que no hablaremos de esto, pues cuando hemos visto tantas veces lo mismo nuestro cerebro cree que lo sabe a profundidad y no acepta nueva información.

Dada esta explicación, podríamos iniciar en que la idea de un hombre o mujer ideal es muy subjetiva y personal, cada uno al responder la pregunta ¿Cuál es tu pareja ideal? Se explaya en una respuesta con muchas características, es algo similar a una lista de deseos implementada en una persona. El problema con esto es que nuestras referencias vienen en su mayoría de un punto, pero no lo hemos hecho consciente, en ocasiones lo sabemos, pero saber y conocer es muy diferente.

Cuando sabes que tus referentes de pareja vienen de la relación de tus padres, no importa profundizar, solo lo sabes y ya; en cambio cuando haces consciente y conoces que tus referentes vienen de la relación con tus padres profundizas en patrones que has estado repitiendo en automático, en por qué las relaciones son como han sido, y tus parejas tienen ciertas similitudes.

Entonces para continuar olvidemos que sabemos ciertas cosas para poder conocer más a detalle.

Imagen

Ahora bien, imagina a tu pareja ideal, desglosa cada detalle que te gustaría de esa persona, primero su físico: estatura, ojos, complexión, cabello, cada detalle que te gustaría que tuviera; ahora el aspecto emocional: su sentido del humor, si es abierto o cerrado al expresar emociones, si es feliz o triste, igual que en el punto anterior es necesario desarrollar; ahora sus hábitos: le gusta hacer ejercicio, pinta, toca algún instrumento, escribe, lee, toma fotografías, etc.

Ya que tienes esta imagen, si eres hombre coloca a tu madre al lado y si eres mujer a tu padre, a simple vista obviamente serán diferentes, más en el aspecto físico, pues no te atrae tu padre o tu madre; no obstante, habrá similitudes en algunos aspectos como sonrisa, ojos, cabello, una complexión similar a cuando tu padre o madre eran jóvenes. Esto se debe a que cuando eres menor el sentimiento de amor lo recibes desde ellos, cuando los observas puedes identificar en ellos rasgos que te dan paz y te hacen sentir cariño.

Ahora el aspecto emocional, aquí es posible encontrar más detalles similares, pues como explicaba en el párrafo anterior, al ser el primer referente de amor se vuelve sumamente importante, y como nuestros ideales futuros son una proyección de nuestro pasado la forma en que nuestros padres expresan las emociones nos acerca a una persona con esa expresión emocional.

Los hábitos al igual que las emociones llegan a ser algo que admiramos o que quisiéramos repetir en nosotros mismos, y en caso de no tener cierta habilidad lo exportamos a nuestra pareja ideal. Encontrar estas similitudes es el primer paso de algo que nos llevará a algo mucho más profundo, pues esto es la punta del iceberg.

Más profundo

En ocasiones estos aspectos nos hacen que en nuestro radar aparezcan personas, que si bien hay algo que atrae, no hay una certeza de por qué los vemos; la lista y el comparativo que realizamos anteriormente es algo racional, respuestas lógicas que unimos y les dimos forma de persona, actitudes o sensaciones que vimos y vivimos de cerca que nos hicieron sentir amor y que en al traerlos a la vida adulta buscamos repetir. Pero, ¿qué hay de los aspectos inconscientes?

Esas respuestas que no salen en automático en ocasiones son las que lo complican todo, las que te llevan a tener una relación de pareja que en el fondo sabes que no deseas, pero estás ahí, de repetir patrones con personas completamente diferentes, pero que te llevan a los mismos conflictos; o el no reconocer en ti cosas o situaciones que tus padres bloquearon de niños y que de adulto buscan salir causando un desmadre a su paso.

Por ejemplo, en una ocasión una familia tenía problemas de violencia, pero en esta ocasión ella era la que agredía al varón; su pasado había sido muy conflictivo, estaba lleno de violencia y abusos físicos y sexuales; ella originaba un conflicto con las parejas y tenía miedo, irónicamente era muy atractiva lo que hacía que hombres se acercaran buscando una relación y sexo, ambas cosas que ella buscaba evitar.

Ella era físicamente más grande que su pareja, un aspecto que ella eligió de manera inconsciente, pues si fuera más grande no podría agredirlo o sería más complicado. Su respuesta a por qué lo eligió era que era bueno, no como otros hombres, sin embargo, ella lo rechazaba constantemente. Él tenía algunos rasgos físicos de su padre, y en cuanto a emociones lo acercaba más a su madre; en cuanto a los hábitos era adicto, por lo cual cuando se drogaba no hubo problemas en la relación, pues ella dirigía, el problema fue cuando él dejó las drogas, pues ya ambos conscientes dejaron de ir a la deriva.

Ella por su abuso no sanado buscaba hombres con los que pudiera sacar su enojo por los que la abusaron; lo eligió a él porque se parecía a su padre, su padre se fue cuando era niña; lo agredía por tener las emociones de su madre porque ella cuando le dijo que la abusaron sexualmente no hizo caso, entonces peleaba y rechazaba a la madre que veía en su pareja. Y obviamente la relación no funcionaba porque todo eso inconsciente que tenía en su pareja ideal chocaba con  la idealización del amor, en el fondo ella buscaba alguien que la protegiera y la amara, pero al mismo tiempo tenía miedo de ese hombre fuerte, pues así como podría proteger la podría lastimar y seguía en ese ciclo.

Así como ella todos llevamos cuestiones que no vemos y que afectan aspectos de nuestra vida, que nos causan conflicto en nuestras relaciones y que aun cuando tratamos de sanar es complicado, principalmente porque tenemos esa lista de deseos, esa persona ideal, y que en la búsqueda de amor nos lleva a formar ilusiones, en donde una parte sabia dentro de nosotros quiere romper ese ciclo y obligarnos a ver lo que causa el conflicto, pero al vivir tanto tiempo de esa manera hemos aprendido a silenciarla, a evitarla, guardándola en el fondo del cajón para que no moleste mientras seguimos buscando cualidades que nos hagan felices dentro del conflicto que consciente o inconscientemente creamos.

No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay”. François De La Rochefoucauld.

Sobreviviremos al próximo lunes… si buscamos en nuestra oscuridad.

 

 

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