¿Réplicas?

0
95

MTF. Alfredo Arévalo

En ocasiones por lo que sufrimos es a causa de lo que creemos poseer, conforme vivimos vamos teniendo más cosas, y cada una de ellas como si fuera una pieza de un rompecabezas le vamos poniendo nombre y lugar, ¿cuántos de ustedes no se han molestado porque insultan su religión, su trabajo, o su carrera?; en algún momento algún comentario llega a herirnos y a ciencia cierta no sabemos el ¿por qué?, solo sabemos que nos causó enojo.

Cuando nacemos tenemos a nuestros padres, nuestros hermanos, nuestra familia; esa familia nos inculca una creencia y la hacemos nuestra religión, también nos dicen lo bueno o malo y hacemos nuestros valores; cuando estudiamos una carrera o profesión es nuestra educación; cuando desarrollamos un trabajo con base a lo aprendido es nuestro; luego encontramos una persona y la hacemos nuestra pareja, tenemos nuestros hijos y formamos nuestra familia. Todo eso que vamos haciendo nuestro hacemos que nos defina.

Es normal perder la visión de lo que somos luego de un tiempo, y es que en general vemos la vida de esta manera, en el artículo ¿Quién Soy? (https://lavozdedurango.com.mx/2020/05/17/quien-soy/) menciono algunos aspectos que nos van dando forma y algunos puntos que podríamos hacer para poder responder a esa pregunta, sin embargo, me quiero profundizar en otros que no menciono a fondo y que causan mucho movimiento en nuestras emociones.

Réplicas

Actualmente hay un fenómeno que nos hace ver como productos, que nos obliga a modificarnos y a producir, entonces se crea en nuestra cabeza la idea de que “mientras más tengamos más somos”, comenzamos a formarnos, estudiamos más, buscamos trabajos que nos dan cierta posición, y hacemos todo lo posible por poseer todo lo que nos dicen que tengamos: casa, coche, pareja, trabajo, familia, etc.

En todo eso que conseguimos dejamos una parte nuestra, es por eso que decimos que es nuestro, cuando pasa esto creemos erróneamente que eso nos define, por ejemplo, podría decir que “yo soy terapeuta familiar” hasta ese punto todo bien, sin embargo, alguien podría decir que “esta profesión no aporta nada a la sociedad y que solo sirve para confundir parejas” (en una ocasión me lo dijo una pareja).

Si en ese punto yo creyera que me ofenden a mí en lugar de lo que estudie, y contesto molesto a quien lo dijo, estoy defendiendo una réplica que hice de mi profesión, esa réplica hace que el decir que “yo soy terapeuta familiar”, me obliga a defender eso que estudié, pues soy yo. El conflicto de esto está en que no separo lo que estudio de lo que soy, y me molesto igual que si me insultaran a mí, esto pasa con todo lo que hacemos nuestro, nos causa un gran movimiento emocional el saber que algo nuestro es ofendido, dañado o robado, nos duele y sufrimos a causa de eso. Nos causa miedo perderlo y nos hace aferrarnos con todo a eso que hemos decidido que es parte de nosotros.

Miedo

Cuando tenemos una pareja comúnmente decimos “mi pareja, mi novi@, mi espos@”, lo que pasa cuando esto se termina es que duele perder eso que dijimos que era nuestro, de cierto modo está esa conducta infantil de poseer y perder, pues cuando somos niños para darnos cuenta de que pertenecemos a algo más grande y no estamos solos poseemos cosas y personas, y con ello está presente el miedo al dolor de perder.

Entonces en ocasiones no tenemos miedo a que se termine la relación, sino a perder esa pieza que decidimos que nos pertenecía, a dejar de “ser pareja, novi@, espos@”, eso que dijimos que éramos y que no queremos dejar de ser; lo mismo pasa con las cosas materiales, mientras más compre más tengo y más soy, en este punto has pensado en algún momento en que te sentiste así, o en alguna situación donde defendiste tu religión, partido político o profesión.

Continuando con ese pensamiento, haz una lista mental de todo lo que te define, todo lo que estudiaste, todo lo que compraste, todas las personas que decidiste que fueran parte de tu vida, una vez hecho esto piensa que estás agonizando, en un minuto estarás muerto, de toda esa lista ¿qué te dolió perder más? Si tu respuesta no es la vida, hay que analizar más a fondo tu respuesta.

¿Qué te define?

En este punto podremos responder que no nos define una religión, un trabajo, una relación, o una cosa; pero para responder tendríamos que buscar muy en nuestro interior, dejar de creer que el tener ciertas cosas nos hacen mejores, o que la educación tiene que ver con un título universitario, porque de ser así al perderlo todo dejarías de existir y lo único que te haría dejar de existir es morir.

Esto podría sonar muy existencialista, pero si analizamos en nuestra vida las situaciones que nos causaron dolor fue porque perdimos algo, lo que sea, y en ocasiones eso nos llevó a perdernos a nosotros mismos, nos orilló a modificarnos, en ocasiones nos llenamos de tristeza o de enojo, luego volvemos a cambiar porque tampoco somos eso.

Somos lo que nos hace sentir bien, si pensar que estoy bien por estar con alguien, estudiar algo o poder comprar lo que quiera, lo que te define está muy oculto, debajo de todas esas réplicas y para encontrarte tienes que ir dejando de ser todo eso, e irte encontrando poco a poco dentro.

La mentira más común es aquella con la que las personas se engañan a sí mismas”. Friedrich Nietzsche.

Sobreviviremos al próximo lunes… si buscamos eso que nos define.

 

 

Si estás en un momento complicado donde sientes que necesitas iniciar un proceso terapéutico puedes contactarme 618-152-79-65