MTF. Alfredo Arévalo
Alguna vez has pensado salirte de tu trabajo porque viste una publicación donde ganarías el doble haciendo prácticamente lo mismo y por alguna extraña razón decides permanecer en el mismo lugar; el sentimiento que tuviste cuando viste ese otro trabajo se llama atracción y viene a enseñarte mucho más si decides seguir ese camino que te muestra.
En ocasiones nos resulta sumamente difícil dejar algo, esto tiene que ver con la idea que mientras más tiempo dura más real es; seguimos el mandato de aguantar todo lo que se presente, de esa forma demostramos dos cosas: nuestra fortaleza y que el sentimiento es real.
La atracción se presenta en todo lo que nos rodea, desde cosas pequeñas como comprar una planta o una mascota, a cosas con mayor impacto como dejar a tu pareja o tu trabajo. Sin embargo, es como un contrato con letras pequeñas al final, donde dice que a pesar de haber aceptado la atracción y ser fiel a ti, lo que venga después puede ser luz u oscuridad.
¿Qué hay detrás?
Algunos autores afirman que la atracción es motivada por emociones que no se han cerrado, situaciones que no has concluido al 100%; lo que se engloba en todas esas teorías es que habrá un aprendizaje, y al momento de tener ese conocimiento, de haber sentido esa emoción a fondo ya no aparecerá de nuevo.
Esa idea es interesante, por la parte de aprender, pero lo irónico es que esta idea motiva a las personas a seguir en esas situaciones buscando sanar la emoción, no importa cuántas atracciones se hayan presentado o cuántas posibilidades hayan tenido para cerrar y seguir adelante, siguen pensando que hay algo que deben aprender.
Entonces si me quedo a “aprender” estoy mal, y si me voy sin “intentarlo” también. Si todo lo vemos desde nuestra capacidad cognitiva nos va a llevar a una ola de ideas que nos van a torturar mucho tiempo; la clave está en sentir, el pensamiento nos lleva a nuestro archivo que está en el pasado, que por lógica no existe; igual nos lleva a un objetivo que sería aprender de la situación en el futuro y tampoco existe.
¿Qué es real?
Lo único que podemos asegurar que es real es la incomodidad, esa necesidad de cambio, eso es lo que nos está obligando a cerrar una situación para dar inicio a otra, por eso se genera la atracción, y también por eso somos capaces de darnos cuenta que nos atrae otra cosa.
Entonces partiendo de esa incomodidad se genera una posibilidad para cambiar las cosas, se comienzan a ver situaciones incómodas dentro de lo que quieres cambiar y se va estructurando la posibilidad de ver algo diferente. La trampa en esta situación es que si no hemos aprendido a vernos y conocer las necesidades de nuestro ser; nos sentiremos atraídos por muchas cosas.
Esa ambigüedad dentro de la atracción es lo que la vuelve interesante, pues nunca tendremos la certeza desde nuestros pensamientos, si creemos necesitar algo y nos convencemos de ello, puede que sea una trampa de nuestro Ego, sin embargo, si existe una emoción que está ahí, nos muestra la incomodidad y sentimos con todo nuestro ser que es lo que necesitamos es bueno entrar.
Lo difícil es tener la certeza de que te conoces tanto como para ver la diferencia, muchos de nosotros no la tenemos y en ocasiones aun cuando todo indica que está bien nos lleva a sentir emociones desagradables, de este modo se cumple la parte que la atracción nos lleva a ver luz u oscuridad, y en cualquiera que sea el caso, es bueno comenzar a sentir las emociones que nos genera estar ahí, y saber que tenemos la libertad de irnos.
“Las mentes son como las flores, solo se abren cuando es el momento adecuado”. Stephen Richards.
Sobreviviremos al próximo lunes… si aprendemos a ver nuestras necesidades.
Si tu vida está en un momento complicado y sientes que necesitas ayuda, puedes escribirme al 618-152-79-65, con gusto te acompañaré y buscaremos una solución.