Por Omar García Rosales
Con el pasar del tiempo existen juegos que han necesitado de muy poco para dejar huella. Aunque en un mundo actual en donde la sobre explotación de una franquicia es algo de lo más común, de vez en cuando existen entregas que lo dieron todo, cautivaron al público y a nuestros días solo se ha brindado una expansión del juego.
Lanzado en 2013 para PS 3 y Xbox 360 por Capcom, Dragon’s Dogma nos sumerge en el gran continente de Gransys, un lugar en donde la magia, las criaturas fantásticas, el honor, traiciones y ocultismo conviven día a día en un mundo lleno de secretos por descubrir. En un día ordinario la profecía de la llegada del gran Dragón se cumple y comienza a atacar a los habitantes de una pequeña isla, nuestro protagonista (al que brindaremos el nombre que deseemos así como su género) termina hiriéndole superficialmente despertando la ira del Dragón, quien decide convertirlo en un Arisen, ligando así el destino de ambos al obligarle a enfrentarse en el futuro al Dragón para así conocer su destino y por qué ha sido elegido por este.
La llegada del nuevo Arisen rápidamente viaja a través a de todo Gransys ocasionando que los habitantes se dividan entre quienes lo ven como su salvador y en quienes lo ven como el destructor del mundo. Su llegada también vuelve a la vida a los “Peones”, diferentes guerreros sin alma que viven en el limbo esperando su llamado, con quien de alguna u otra manera se encuentran ligados desde tiempos memorables.
Para nuestra aventura podremos elegir distintos roles para nuestro personaje propios del genero rol, aunque el gran atractivo son las diferentes habilidades que cada rol le brindan al protagonista, ya que algunas se pueden combinar con otras vocaciones permitiéndonos elegir la que mejor se adecue nuestras necesidades. Apartado especial tienen los enemigos del juego, desde dragones de tamaño descomunal, quimeras, arpías, hidras, espectros, ogros, demonios, zombies y esqueletos por mencionar a algunos.
Con todos estos aditamentos el título de Capcom poco a poco llamo la atención de miles de jugadores quienes quedaron encantados con el juego, por lo que para aumentar aún más la experiencia y dificultad del juego, se agregó la expansión Dark Arisen. En la que sabremos aún más sobre los diferentes Arisen que nos han precedido, sus diferentes motivaciones, anhelos y deseos oscuros.
Dragon’s Dogma no es un juego perfecto, pero si brindó un arranque prometedor a Capcom, quien no tenía mucha experiencia en este género. Una franquicia que ha logrado mantenerse en la actual generación de consolas gracias a su versión remasterizada que nos promete un mundo sumamente grande y peligroso, lleno de horas de replaying hasta para el más exigente jugador.