Sufrió una neumonía bilateral. Con una larga historia clínica, y a punto de cumplir 84 años, le torció el brazo al virus.
Agencias
Roma. – “Ha sido la prueba más peligrosa de mi vida y puedo decir que también esta vez me he salvado por muy poco, gracias a la profesinalidad de los médicos”. Poco antes del mediodía de este lunes, en el jardín de ingreso al hospital San Raffaele de Milán, el tres veces ex primer ministro Silvio Berlusconi, que cumplirá 84 años el martes 29”, agradeció “a todos con emoción” tras salvarse del coronavirus.
Tras doce días internado por haber sido contagiado, habló frente a un micrófono, leyó el agradecimiento, elevó una mano al cielo protector y extendió su reconocimiento “a la profesionalidad de los médicos”.
En primer lugar de su galeno personal, Alberto Zangrillo, director de Terapia intensiva del hospital privado más grande de Italia que estaba detrás de él, con el barbijo puesto. Berlusconi se lo sacó para hablar.
Utilizó el término “l’ho scampata bella”, que algunos traducen también como “me salvé por un pelo” y “me salvé del disparo de la bala”, para destacar que no exageraba con los cumplidos a médicos.
No lo hacía. Recordó que uno de los científicos del hospital dijo que la carga viral que le encontraron cuando fue internado a la medianoche era “la mayor que habían encontrado de los muchos miles de exámenes realizados”.
Antes de abordar su automóvil para dirigirse en caravana hasta el suburbio milanés de Arcore, donde se encuentra la más suntuosa de su varias residencias de gran lujo que posee, donde permanecerá, dijo que su pensamiento se dirigía ante todo “a los enfermos y a los médicos”.