- El primero corresponde a Domingo Vizcarra Galindo, Santiago Papasquiaro; el segundo, José Guadalupe Reyes Nevárez, de Durango capital.
Rebeca Aguirre / La Voz de Durango
Santiago Papasquiaro, Dgo.
La Fiscalía General del Estado de Durango (FGED) dio a conocer que el pasado 29 de septiembre, en la localidad San José de Los Llanitos, ubicada en los límites de los municipios de Santiago Papasquiaro y Canelas, Durango, se reportaron hechos violentos de los que resultaron dos personas sin vida, identificadas con los nombres de Domingo Vizcarra Galindo, de 43 años, con domicilio en la localidad Mesa de Guadalupe, Santiago Papasquiaro, así como José Guadalupe Reyes Nevárez, de 23 años, originario de la ciudad de Durango.
El agente del Ministerio Público ordenó el levantamiento de ambos cuerpos, mismos que fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) de Santiago Papasquiaro para la práctica de la necropsia de ley, resultando, el primero, herida por arma de fuego penetrante de cráneo; el segundo, asfixia por ahorcamiento. Cabe señalar que Domingo habría pertenecido a la Policía Municipal de Canelas y José Guadalupe contaba con antecedentes penales por delitos contra la salud.
Fue a las primeras horas del 30 de septiembre cuando se reportó el suceso en esa zona ubicada en la región de Las Quebradas, comunidad de difícil acceso y sin señal de comunicación, por lo que de inmediato el Ejército Mexicano, Guardia Nacional (GN), Policía Estatal y la Policía Investigadora de Delitos (PID), así como el agente del Ministerio Público, se trasladaron al lugar, encontrando a las dos personas sin vida en el paraje conocido como Barranca del Pando, ubicado a cuatro kilómetros de San José de Los Llanitos.
Además, el Ministerio Público tomó conocimiento de cuatro vehículos incendiados e indicios de un enfrentamiento.
Mediante las investigaciones realizadas, se logró establecer que los participantes en este hecho pertenecen a familias dedicadas a actividades delictivas que sostenían rencillas de años atrás, mismas que ya están identificadas y los cuerpos de seguridad están abocados a su localización, para deslindar responsabilidades.