“Gambito de dama”, la exitosa serie de Netflix que expresa la vida de un ajedrecista

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La miniserie protagonizada por la argentina Anya Taylor-Joy se ha convertido en el gran éxito de Netflix. Expresa muy bien lo que supone para el individuo apartarse de logros convencionales.

Agencias

Ya desde su título, la serie alude a los sacrificios y sus compensaciones. A la toma de decisiones, y sus consecuentes renuncias: si hago esto, no hago lo otro. Eso es, en esencia, la vida de un ajedrecista. Así sucede ante la elección de cada jugada.

Gambito de dama, uno de los últimos éxitos de Netflix, logra expresar muy bien la ajenidad que supone para el individuo el apartarse de logros convencionales. La protagonista asiste a reuniones de gente de su edad, donde cantan canciones de moda, bailan, conversan de tópicos comunes, pero ella se siente incómoda, se aísla, hasta que no aguanta más y huye.

En cambio, cuando se encuentra con sus colegas ajedrecistas cobra vida y entusiasmo, habla de la defensa Siciliana, de los peones doblados, de la torre en la séptima línea. Los malos entendidos con la sociedad son la rutina de los ajedrecistas. Las escenas en que la madre disfruta de la habitación del hotel, de la comida, de los paisajes, mientras la protagonista Beth Harmon, abstraída, solo piensa en las estrategias ajedrecísticas, también son típicas y representativas del espíritu obsesivo de los jugadores. Por otra parte, los desvíos personales, en este caso los tóxicos, como también las infancias traumáticas, también son moneda corriente.

La serie, tal vez por primera vez en las muchas veces que el cine se vale del ajedrez, logra plasmar en forma convincente las escenas vinculadas a ese ambiente: sucede con las partidas simultáneas o a ciegas, o las noches sin poder dormir pensando en las jugadas, y muchas otras que están muy bien logradas y son veraces.

SOBRE EL GAMBITO DE DAMA Y LA SERIE

El gambito dama es una de las aperturas más importantes del ajedrez. Alcanzó su status de excelencia en el célebre match realizado en Buenos Aires, en 1927, entre el entonces campeón, José Raúl Capablanca, y su retador, y al final vencedor, Alexander Alekhine. De las 34 partidas del match, en 32 se jugó el gambito dama. Su popularidad se mantuvo a lo largo del tiempo: siempre fue utilizada por los mejores jugadores del mundo, y cuando Garry Kasparov (cuya asesoría de la serie contribuye a la calidad de la misma) se preparaba para sus interminables encuentros con Anatoly Karpov, uno de sus analistas lo convenció de incluir al gambito dama en la preparación, con el argumento de que “es la apertura de los campeonatos del mundo”.


Otro factor es “la dama”. Fue la última pieza en incorporarse al ajedrez moderno y la única de origen europeo. Los árabes introdujeron al ajedrez en Europa por el sur de España, y se cree que fue en Valencia, en la segunda mitad del siglo XV, que se agregó la dama, o, como primeramente se la llamó, “la dama poderosa”, una probable alusión a Isabel La Católica, reina de Castilla por aquellos tiempos. La importancia e influencia de las mujeres en Occidente en el siglo XV le otorgó en el ajedrez el rango de la pieza más poderosa.

La serie está situada en los Estados Unidos de la década del sesenta. En esa época, el ajedrez femenino era una rareza. Las mujeres debieron bregar mucho para trascender en un juego que comenzó siendo elitista y masculino.

La partida decisiva de la serie está inspirada en el duelo entre Vassily Ivanchuk y Patrick Wolff, del Torneo Interzonal de Biel, de 1993. Esa partida finalizó en tablas luego de 72 movidas. A la altura de la jugada 37 (cuando en la ficción Borgov suspende la partida), Beth Harmon hace una jugada distinta y la acción toma un nuevo camino.