¿Problemas de pareja?

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MTF. Alfredo Arévalo

Dentro de las consultas que he realizado, en la terapia de pareja la mayoría tiene la siguiente frase “tenemos problemas, pero todas las parejas tienen problemas”, esta frase tiene algo de real, pero también es una justificación para evitar ver el nivel de los problemas de pareja que tienen, cuando se rebasa el nivel normal de convivencia todo lo que hagas molesta a tu pareja, comienzan las críticas, los celos, el sobre involucramiento en las actividades, con la idea de que expresar todo lo que viene a tu cabeza es honestidad y ayuda a la relación, y no.

Podemos catalogar las discusiones en base a dos categorías, primero está el FALSO CONFLICTO esto se representa en pequeñas discusiones como: quien dejo la ventana abierta, dejar la ropa sucia donde sea, que se acomoden los zapatos de manera diferente, que muevan las cosas de lugar, que no se laven los trastes, que no se haga la comida, que no se cuide al niño, etc.

Todos estos pequeños problemas se van acumulando y como es de esperarse la reacción cuando suceden se vuelve más intensa, porque se va sumando la sensación que se tiene en cada una de ellas, es por eso que algunas personas sobre reaccionan cuando la pareja deja la ropa, ella recuerda las molestias pasadas, las discusiones, que se habló y no hubo cambio, y todo eso provoca que se reaccione de esta manera.

Estos problemas se presentan de manera constante en las parejas, y su nivel de intensidad varia, pero la mayoría presenta episodios de conflicto debido a estos falsos conflictos. Pero como su nombre lo dice, no es la causa real de lo que afecta la relación, los PROBLEMAS REALES solo son provocados por tres situaciones:

El primero son las expectativas de la relación, en específico las no resueltas, cada persona se imagina como sería ese alguien perfecto y lo que abonaría a la relación, en un principio las relaciones inician porque la persona que encontramos cumple con varios puntos de esta lista; pero esta parte es el amor idealizado, y dura poco tiempo.

Esta idealización cuando se rompe obliga a la persona a ver a su pareja de manera real, en este punto las expectativas de la relación se ven como un fracaso, y genera molestia, desde el punto de vista de la persona la pareja mintió y con ello la relación también es una farsa; aquí cabe resaltar que es desde la perspectiva de la persona, pues ella fue la que coloco toda esa imagen falsa a el otro, por lo que es un autoengaño.

El segundo tiene que ver con las inseguridades que comienzan justo después de que las expectativas se rompen, la principal viene de la idea de que se van a separar, y con ello comienzan a ver acciones en la pareja que sustentan ese miedo; aun cuando el otro no tiene ningún interés en dejar la relación, todo pasa en la cabeza de quien cree que esto se termina.

El ultimo tiene que ver con los celos y está muy relacionado con las inseguridades, pero ahora no se enfocan a como se relaciona la pareja con una o varias personas, ya sean amigos, compañeros de trabajo o familiares, si la persona cree que su pareja se relaciona “mejor” con el otro, esto crea pensamientos invasivos donde puede pasar de todo, y la molestia que provocan esos pensamientos la traen a la relación en la vida real.

Estos tres aspectos serian fáciles de enfrentar, y generar un cambio, sin embargo el problema está en que se enmascaran con el falso conflicto, y la pareja no puede, o no quiere verlo, lo que provoca que se incrementen los conflictos relacionados con cosas cotidianas que no se hacen “bien”, y dejan de lado las expectativas, celos e inseguridades que están atrás de todo lo que pasa en la relación de pareja.

“Las parejas están más propensas a acusarse mutuamente que a pensar el conflicto como un problema que puede solucionarse”. José Antonio Marina.

Si quieres iniciar un proceso terapéutico personal, de pareja o familiar, puedes contactarme al 618-152-79-65; estaré encantado de atenderte.