Han muerto 10 músicos de la Plazuela Baca Ortiz

0
429
  • Durante la pandemia.
  • No se les brindó apoyo por parte de las autoridades y hubo días que no tenían ni para comer.

César Rodríguez / La Voz de Durango

Lamentablemente en la ciudad de Durango, muchos adultos mayores viven en la informalidad laboral, desafortunadamente varios músicos de la Plazuela Baca Ortiz han perdido la vida por la pandemia de Covid-19.

El señor Antonio Hernández García, músico acordeonista desde hace más de 30 años en la ciudad, comentó que la situación durante la pandemia se ha complicado sobremanera, pues no han recibido ningún tipo de ayuda de parte del gobierno.

“Las autoridades no nos ayudaron para nada, ni despensas nos dieron, solo nos dijeron que nos fuéramos para la casa y ellos avisaban cuando podíamos salir, no teníamos ni para comer”, indicó.

Lamentó el hecho de que varios amigos acordeonistas y cantantes perdieron la batalla en contra del Covid-19, sin embargo, ellos siguen expuestos, pues la mayoría son adultos mayores que presentan enfermedades crónicas o discapacidades.

Sostuvo, que recibieron apoyo de parte de negocios del mercado y algunas empresas particulares, ellos los apoyaron con despensas y alguna cantidad de efectivo pues reconocían que la situación estaba difícil.

Explicó, que en el periodo de semáforo naranja y rojo, no podían salir a tocar a algún lugar, pues no había fiestas y pasaron meses sin un solo cliente, muchos días se quedaron sin comer.

SU ECONOMÍA

El rubro de música norteña, actualmente un conjunto norteño de tres a cuatro personas cobra 800 pesos la hora, aunque hay veces que los clientes regatean y tienen que aceptar hasta 600 pesos, recalcar que con dicha cantidad ya va incluido el taxi de ida y vuelta hasta el domicilio de los clientes, esta suma es aproximada a los 150 pesos.

Los “chirrines”, como se les conoce coloquialmente, no cuentan con seguro médico y solo viven de las canciones, comentaron que el problema es que los clientes solo recuerdan a los músicos cuando hay algo que celebrar o conmemorar, pero el año tiene 365 días.

“Ahora y gracias a Dios ya estamos mejor, lo único que pedimos es que no empiecen a cerrar todo, las cosas se nos van a volver a complicar, ya no pedimos apoyos, lo único que queremos es que nos dejen trabajar”.