Complicada situación para agricultores

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  • En el sur de Cuencamé.
  • Segalmex compra su cosecha a muy bajo costo.

César Rodríguez / La Voz de Durango

Las fuertes precipitaciones en el estado tras la sequía que se vivió desde septiembre del año pasado, han ayudado a mitigar este problema de sobremanera, sin embargo, la lluvia no es todo lo que necesita un campesino, así lo declararon agricultores y ganaderos pertenecientes al municipio de Cuencamé, quienes pidieron mantenerse en anonimato ante esta denuncia.

La inconformidad se basa en que el organismo de la Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), les ofrece un precio de garantía que no va de acuerdo a la inflación, es decir, compran sus cosechas al mismo precio que hace cuatro años, aunado al nulo apoyo por parte de las autoridades para obtener infraestructura agrícola.

“Lo primero que necesitamos es semilla en tiempo y forma, después de eso que la Segalmex nos compre nuestra cosecha al precio de la inflación, no puede ser posible que hace 4 años nos siga comprando todo en el mismo precio”.

Lamentaron el hecho, de que preparar sus tierras es un proceso difícil, ya que la infraestructura agrícola con la que cuentan para labrar la tierra, no es la necesaria y el apoyo por parte de las autoridades no llega.

Mencionaron, que los pocos apoyos que han llegado al campo se han entregado a los grandes productores del municipio, dejando de lado a los pequeños agricultores donde la necesidad es latente.

“Un pobre agricultor que necesita un arado, o una rastra para trabajo agrícola en su parcela, ¿Cómo la consigue?, la inflación, la sequía, los bajos precios de nuestros productos nos dan para sobrevivir, lo único que necesitamos es tener con que trabajar la tierra”.

Explicaron que, Segalmex empezó a comprar su frijol en 14.50 hace cuatro años, y el precio no se ha ajustado, aunque los agricultores ya lo han solicitado en distintas ocasiones, el principal problema es que los insumos y maquinaria necesaria para realizar la siembra y cosecha se han encarecido casi al doble en los últimos años.

“Un ejemplo muy sencillo, un arado de tres discos hace cuatro años se compraba en 50 mil pesos, hoy en día lo podemos conseguir en 80 mil pesos”.

Señalaron que, si los productores lograran vender su cosecha en mejores precios, ellos mismos alcanzarían a comprar el equipo necesario para labrar sus tierras, no obstante, recalcaron que todo sube, excepto lo que ellos producen.

“El problema es que ellos manejan a su antojo la oferta y la demanda, cuando nosotros cosechamos menos, sabemos que lo venden más caro, pero a nosotros nos siguen pagando lo mismo, necesitamos acciones rápidas ante la difícil situación, las autoridades piensan que los productores solo necesitamos lluvia”.