Restaurantes de Corredor Constitución, en crisis económica por semáforo naranja

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  • Dueños de comercios afirmaron que van creciendo las deudas con proveedores.

César Rodríguez / La Voz de Durango

A través de la pandemia del Covid-19, el sector restaurantero ha sido severamente golpeado en cuestión económica, ya que las restricciones sanitarias aparte de evitar la movilidad, restringen el aforo de los lugares, lo que ha limitado sus ventas sobremanera.

Dueños de restaurantes, ubicados en el Corredor Turístico Constitución, aseguraron que presentan de nueva ocasión una etapa financiera muy complicada, puesto que las restricciones del semáforo han impactado negativamente en sus ventas y apenas alcanzan a solventar sus gastos fijos.

Si bien, pueden alojar un 50 por ciento de clientes, esto representa en el mejor de los escenarios lograr la mitad de las ventas en un día promedio, esto aunado al pago de la renta del local, que por ser zona turística es muy elevada, por lo que la mayoría de los restaurantes encuentra su punto de equilibrio en un 70- 80 por ciento de aforo.

Por su parte, Alberto Fernández, gerente de un restaurante&bar en el corredor, afirmó que la situación actual es grave, puesto que la reactivación económica apenas se estaba haciendo presente y paso a paso salían de deudas pendientes desde el 2020, lamentablemente en estos momentos las ventas se han desplomado.

“Esta situación es de altas y bajas y nosotros lo entendemos, pero la situación está más crítica que nunca, apenas estábamos recuperándonos y volvemos a caer, ya tenemos deudas importantes con los proveedores y no solo somos nosotros, varios negocios del corredor se encuentran en las mismas condiciones”, aseguró.

No obstante, no solo los propietarios de los comercios han sido los afectados, el personal que opera en los restaurantes recibe un ingreso extra por las propinas que otorgan los comensales y al limitar la afluencia, las gratificaciones son menores.

Para Felipe Martínez, mesero hace más de cinco años, aseguró que se siente en un hoyo, puesto que la mayoría de sus ingresos dependen de la cantidad de clientes que acuden al lugar.

“Desde que empezó la pandemia no levantamos, van varias ocasiones que tenemos que regresar a familias completas porque vienen con niños, eso nos perjudica económicamente y esos clientes no van a regresar en mucho tiempo”, señaló.