El Museo Francisco Villa es la sede que alberga dos gigantescas maquetas elaboradas de madera de caoba.
Por Juan José Nava / La Voz de Durango
El Museo Francisco Villa es la sede que actualmente alberga dos gigantes maquetas de la Catedral Basílica Menor de Durango Capital y el Palacio de Zambrano, para deleite de sus visitantes, una exposición de la autoría de José Enríquez López.
La exhibición es auspiciada por el mencionado recinto dirigido por el cronista e investigador duranguense Gilberto Jiménez y por el Comité Municipal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que preside actualmente Antonio Morales.
La exposición que habrá de mantenerse vigente durante el resto del mes de septiembre en el patio central de dicho recinto, se trata de dos obras de gran formato elaboradas a base de madera de caoba tratada y datan de 1991, siendo ésta, la tercera vez que salen a la luz pública desde su hechura, según relató brevemente a casa editora, Alejandro Enríquez, nieto del autor, quien actualmente es el curador y responsable de la obra.
“Mi abuelo José Enríquez López inició las maquetas en 1991, tardó un año entero en culminarlas. Para el 1º de enero de 1992, ya habían estado terminadas, y el las hizo con la inquietud de preservar la identidad duranguense, en este sentido pueden darse la vuelta al Museo Francisco Villa para que las aprecien, ya que este es un patrimonio que él quiso quedara en cada uno de los ciudadanos” dijo.
Con 30 años de antigüedad, breves retoques y barniz impuesto, además de ser tratadas minuciosamente a base de cepillos finos y pinceles para quitar el polvo y algún agente microorgánico que pudiese maltratarlas o dañarlas, las maquetas alusivas a dos de los recintos históricos más importantes de esta ciudad capital, responden a la ideología del propio autor, quien consideraba que el corazón de una urbe se representaba a través de su Catedral y su Palacio de Gobierno, que cabe resaltar, en aquél entonces, éste último cumplía con esa función.
“La Catedral está hecha en madera de caoba, una madera que es el tesoro de los carpinteros porque es muy precisa, muy fina, y la elaboración de las maquetas fue con unas herramientas especiales llamadas gubias, que son herramientas muy filosas con diferentes tipos de cortes para el tallado de madera; el cuidado de las mismas se realizan con pinceles para sacudir el polvo de los interiores, ya que las maquetas tienen los altares interiores y dándole una manita de barniz para recubrirla del polvo y de la polilla o algún otro personaje ajeno que quiera hacer daño de ella.
De acuerdo con nuestro entrevistado, se pretende que las maquetas queden a comodato como exhibición permanente dentro de los recorridos del Museo Francisco Villa, igualmente, a través del apoyo del citado partido político, se lleve a cabo la gestoría pertinente para que lleve un recorrido por Gómez Palacio y otros municipios del estado para que se conozca el legado del autor.