Virgen de Guadalupe, madre de todo un continente

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  • Del mito a la tradición y la fe.
  • Los habitantes del México durante la Conquista reencontraban en la nueva religión a la diosa madre que habían tenido en la antigua Tenochtitlán, Tlequauhtlacupeuh: “la que viene volando de la luz como águila de fuego”.

Josélo Fuentes Delgado/La Voz de Durango

A 488 años de sus apariciones, hablar de la identidad de un país es ir a la raíz misma de sus antepasados, de su historia, a sus tradiciones y al punto de donde se alimentan sus creencias. No es fácil desligar a la imagen y culto a la Virgen de Guadalupe de la historia de México, mucho menos de sus movimientos sociales y culturales, tampoco de la religiosidad maternal que ha representado.

Además de una conquista de culturas, hubo un sometimiento religioso y una imposición sobre una sociedad politeísta (muchos dioses), que no le fue fácil asimilar la existencia de un solo Dios, a varios de ellos que fueron fusionados con los santos y vírgenes católicas, entre ellas la Virgen de Guadalupe, una joven morena en avanzado embarazo y ataviada con símbolos y texturas propias de la región donde se apareció como lo narra el Nican Mopohua.

En el documento traducido del náhuatl al español, narra las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac al beato Juan Diego, del 9 al 12 de diciembre de 1531, diez años antes había caído la gran Tenochitlán.

“Nikan mopoua, motekpana, in kenin yankuikan ueytlamauisoltika monexiti in senkiska ichpochtli Sankta Maria Dios Inantsin tosiuapilatokatsin, in onkan Tepeyakak, moteneua Guadalupe”. (Traducción: Aquí se cuenta, se ordena, cómo hace poco, milagrosamente se apareció la perfecta virgen santa María Madre de Dios, nuestra reina, allá en el Tepeyac, de renombre Guadalupe).

VIRGEN “CONQUISTADORA”

La doctora en antropología por la Universidad de Barcelona, Anna M. Fernández Poncela, profesora investigadora del Departamento de Política y Cultura de la Universidad Autónoma de Xochimilco (UAM-Xochimilco), es integrante del Sistema Nacional de Investigadores y realizó un estudio sobre Guadalupanismo y señaló que dicho fenómeno de vuelta a la entraña materna, bien conocido por los psicólogos, es sin duda una de las causas determinantes de la rápida popularidad del culto a la Virgen.

En su trabajo expone: “Allí hubo también un extraño canje: los españoles aportaron a la Virgen de Guadalupe y los indígenas dieron a cambio el culto a Cihuacóatl-Tonantzin, la antigua diosa de la tierra” Sahagún, Clavijero, Durán, los cronistas de Indias, dejan patente la relación entre las antiguas diosas —en la actualidad se especula con varias— y la nueva Virgen.

También comparables son los contextos: épocas de crisis, guerras, cambios sustanciales, desestructuración social, fracturas culturales y una gran necesidad de conciliar y reconfortar a individuos y colectividades, “…en lo nacional, si consideramos su potencia unificadora como madre y emblema de un pueblo desprovisto de otras insignias de identidad dotadas de su importancia; y, en lo particular, la devoción domiciliaria a su misericordia para atender las rogativas personales”.

CULTO PARTICULAR EN DURANGO:  HISTORIADOR

La religión como instrumento de conquista y sometimiento, no solamente en México sino en otras culturas del mundo, además de las armas que llevaban los ejércitos, se le puede añadir el culto a la Virgen de Guadalupe que facilitó el ingreso de los conquistadores con los indígenas o las culturas nativas, al grado de acelerar el sometimiento de los pueblos indígenas, detalló Javier Guerrero Romero, historiador y cronista de Durango.

 El culto a la Virgen de Guadalupe es una devoción tardía en Durango porque llega mucho después de la evangelización y colonización, en el siglo XVII y hasta principios del siglo XVIII se construye el templo fuera de la ciudad a la Virgen, pero surge como la casa de descanso del Obispo y se aprovechaba para las festividades de María de Guadalupe.

El hecho de estar fuera de la ciudad no hacía muy participativa la festividad, pero se arraigó poco a poco. Hay que recordar que la población de Durango de aquella época era Euro-Mestiza, en su mayoría españoles y mestizos que le rendían pleitesía a una virgen española, la Inmaculada Concepción, pero se fue desplazando.

“No se puede separar la religiosidad de la parte sociológica en la devoción de un pueblo a una virgen totalmente arraigada e identificada con sus raíces. La virgen de Guadalupe es vista más como una madre protectora, auxiliadora de los momentos difíciles y tal es su arraigo que desplaza prácticamente a la virgen española, la virgen de la Inmaculada Concepción a quien está dedicada la Catedral Basílica Menor en Durango”, precisó Guerrero Romero.

En cuanto a las fechas, para el duranguense es visto con más relevancia el día 12 de diciembre, por la Guadalupana, que el 8 de diciembre fiesta originalmente patronal de Durango al ser la Inmaculada Concepción la imagen que traen los colonizadores y le dedican el templo más grande y arquitectónicamente bello. 

El culto a la virgen de Guadalupe creció conforme se trajeron del sur indígenas a trabajar a la capital del estado: tarascos, mexicas, tlaxcaltecas, ya que los nativos de Durango, acaxees huicholes, tepehuanes, fueron prácticamente exterminados por los españoles y los pocos se fueron desplazando para los lugares donde no hubiera interés económico de los conquistadores, prueba de ello son las zonas de la sierra y de El Mezquital.

MARÍA COMO UNA MADRE PARA TODOS: PADRE REFUGIO

Para el padre Refugio López Muños, mejor conocido por los fieles de la parroquia del Santuario de Guadalupe como el padre “Cuco”, advierte que María de Guadalupe es una virgen que prácticamente fundó y apoyo a lo largo de su historia a una Nación desde sus orígenes hasta la fecha y ese amor ha sido retribuido por los creyentes a su Madre.

“Para todos los mexicanos es una identidad y la llevan dentro y fuera del país, en cada parte que van la hacen propia y piden a ella su protección en los momentos de mayor dificultad, como a cualquier otra madre. Desde la cuna, desde los abuelos, padres viene esta devoción que yo descarto haya sido para engañar o someter. María de Guadalupe no engaña, abre sus brazos y quiere a todos por igual”, resaltó el padre Cuco.

Precisó que, al viajar a Sao Paulo, Brasil, le cuestionaban especialistas del porqué era tan grande la devoción a la Virgen Morena y señaló: “El mexicano no sabe tal vez explicar con palabras ese cariño, pero lo siente muy profundo y le está siempre muy agradecido”.

LA VIRGEN NO ES MÁS QUE DIOS: MINISTRO MORMÓN

Jesús Cervantes, consejero Regional de Estaca de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, al hablar sobre la Virgen María de Guadalupe la tiene como un ser especial, como los profetas, que vino a cumplir una misión y fue ser la madre del Hijo de Dios, de Jesucristo, pero ella no será nunca más que el mismo Dios.

“Es lo más admirable, ser la madre del hijo de Dios. Fue una hija de Dios con una misión especial que fue cumplida a cabalidad. El hombre siempre ha tenido la necesidad de creer en algo y en alguien”, dijo.

Al citar a un vocero de la Iglesia católica, quien en medios nacionales señalaba que uno de los dogmas de la Iglesia es que ningún Santo, ni alguna Virgen iba a hacer milagros, sino que quien los realiza es Dios y ellos son instrumentos.

“Somos totalmente respetuosos de las diferentes creencias, tipos y modalidades. Más bien nosotros creemos y vemos los puntos en común que tenemos con ellos y no los atacamos. Llevamos buenas relaciones a través de esas similitudes y aclarando otras cosas, como el señalar que Jesucristo es el verdadero Dios y una relación directa con él no tiene necesidad de intercesores o mediadores”, añadió Cervantes.