Por Juan Nava Stenner
- Quedó mal sabor de boca en elecciones federales. ¿El crimen ayudó a Morena?
- Durango es estratégico para actividades delincuenciales.
- Frontera zacatecana, un riesgo.
¿Sería Durango un narcoestado en 2022?, Luego de lo sucedido y denunciado a la opinión pública en Sinaloa, Michoacán, Colima, Guerrero, Sonora, donde aparentemente el crimen organizado actuó a favor de Morena, uno puede pensar, que sí, seguimos nosotros.
Y es que la pasada elección del 6 de junio, dejó sospechas, denuncias de hechos delictuosos que afectaron el proceso democrático.
Las denuncias de Silvano Aureoles Conejo, gobernador de Michoacán acerca de la participación del crimen organizado en las elecciones para gobernador resultan preocupantes, graves. Lo mismo con el candidato priista perdedor-renunciante, de Sinaloa, quien denunció secuestros, levantones y amenazas a su familia si no se retiraba de la contienda. Incluso el INE en voz de su presidente recibió denuncias como la de Valle de Bravo donde la candidata opositora a Morena fue secuestrada. los números a favor de Morena resultaron apabullantes en los estados que ganaron, pero raramente apabullantes.
Igual pasó en Colima… Guerrero… Sonora. Toda la zona del Pacífico, con puertos de entrada importantes como Lázaro Cárdenas, Michoacán, por donde se ha denunciado entra el fentanilo proveniente de China, como se ha denunciado, fue ganado por el partido del presidente López Obrador, estados donde impera la violencia, sin la presencia combativa del Estado mexicano.
Durango no es paso obligado del narcotráfico hacia los Estados Unidos, pero cada vez hay más presencia de ello en actividades cotidianas, la frontera zacatecana está teñida de sangre, los cárteles luchan a muerte por controlar las carreteras y esas batallas se han resentido en la región indígena de Durango donde hasta el mismo gobernador de Durango ha aceptado desplazamientos de familias por la violencia que los cárteles generan en la zona. El municipio de Mezquital y otros como Súchil, Vicente Guerrero y Poanas, han sido permeados por grupos beligerantes del narcotráfico.
La Sierra Madre está constante y permanentemente vigilada. La Comarca Lagunera sigue siendo violenta por lo mismo, y en las diferentes regiones, los responsables, capos o jefes de la delincuencia han adquirido propiedades, residencias, escuelas, restaurantes y demás negocios comerciales mimetizándose con la sociedad duranguense. Aunque no hay actas constitutivas que especifiquen quiénes son los dueños, el aroma a delincuencia se percibe. Bares, cantinas, bailongos, fiestas y escándalos como balaceras y violaciones continuas al Bando de Policía y Buen Gobierno son fechorías comunes. Sus huestes pasean en lujosas camionetas, deambulan entre la sociedad como ciudadanos de bien, aunque con esa rareza perceptible hasta por el más despistado, y mientras la ciudadanía sí se da cuenta, no hay ninguna autoridad que lo perciba. Entendemos bien porqué.
Si hay la sospecha que el crimen ayudó a Morena a controlar las gubernaturas de los estados que tienen océano, es claro que habrá un interés por Durango aunque no colinde con el mar, es paso obligado a las playas y a las zonas centrales de la Mesa del Norte, como Chihuahua y Coahuila.
Lo que falta es ver si los posibles candidatos de Morena a la gubernatura de Durango, pudiera gustarles la idea.
